Los habitantes del Departamento de La Guajira conocemos los gobiernos que son elegidos en procesos electorales, pero como dice uno de los personajes de Juan Rulfo en su cuento Luvina, “de lo que no sabemos nada es de la madre del gobierno”.
Los habitantes del Departamento de La Guajira conocemos los gobiernos que son elegidos en procesos electorales, pero como dice uno de los personajes de Juan Rulfo en su cuento Luvina, “de lo que no sabemos nada es de la madre del gobierno”. Con el correr de los años nos damos cuenta que el gobierno colombiano es una mala madre. De La Guajira sólo se acuerda, porque sabe que estas tierras están preñadas de riquezas. El inmortal compositor vallenato Hernando Marín definió con certeza el drama del pueblo guajiro cuando en una de sus canciones, La dama guajira, dice: “Ahora que la dama tiene plata viene el galán a la casa y promete quererla”. Los gobierno neoliberales y centralistas durante décadas ha resultado ser un galán patán y mezquino. El actual gobierno neoliberal de Santos lo demostró cuando, sin compasión, cercenó los derechos del pueblo guajiro sobre las regalías del carbón.
Las empresas Ecopetrol y Chevron extraen cerca de 640 millones de pies cúbicos de gas por día. A pesar de que la producción gasífera ha generado recursos importantes para el departamento y algunos de sus municipios, esos no han tenido un impacto significativo sobre el bienestar del pueblo guajiro ni ha coadyuvado al desarrollo del departamento.
A los guajiros aun nos toca registrar hechos como la muerte del niño Danuar Morelo de 5 años de edad, quien murió ahogado en una alberca en el municipio de Maicao, porque estas, forman parte de las estructuras de las casas a falta de un acueducto. El gobierno central acolitado por el gobierno Departamental y los Municipales, miente a los guajiros con proyectos de acueductos regionales que no son más que una quimera. A su vez, los medianos y pequeños comerciantes del Departamento de la Guajira, tienden a sucumbir ante los elevados costos de los servicios públicos, especialmente el de la luz. Electricaribe hace, deshace y se pone de ruana a las Asamblea, Concejos y al mismo Gobierno Departamental y Municipales. Ante la prestación de un servicio de luz tan pésimo los usuarios acuden legitamente a las acciones de hecho. En el mes de febrero fallece el niño Andrés Luna tras caerle una línea de alta tensión en el barrio La Majayura, en la ciudad de Riohacha. ¿Quién conmina a Electricaribe para que responda por esa muerte?
En el año 2012, la Secretaria de Salud Municipal reconoció la muerte de 12 niños por desnutrición y admitió que las condiciones de saneamiento básico y los índices de pobreza, son algunas de las causas de la muerte de los menores. Este mismo año, la guajira presento elevadas cifras de mortalidad infantil, por encima de las 20 muertes de menores de 1 año por 1000 nacidos. A pesar de la copiosa legislación existente en Colombia sobre la protección de los niños al nacer.
Por otro lado, la Administración Municipal de Riohacha se ve en calzas prietas, para cumplir con su compromiso de asegurar educación a niños del área urbana y rural través del sistema de contratación y convenio. La educación, definitivamente, debe ser responsabilidad del Estado, sin intermediario. Los maestros del Departamento de la Guajira estamos a las puertas de un cese de actividades por la mala prestación de los servicios médicos. La hora cero se define el 20 de marzo en reunión de Junta Directiva Ampliada. A pesar de que el conflicto laboral del cerrejón parece estar cerca, las injusticias laborales de la tercerización en la mina y las condiciones precarias de salud de los obreros además del deterioro del medio ambiente en la guajira ameritan la discusión sobre un posible paro departamental, por la dignidad y el reconocimiento.
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