Por: Tatiana Acevedo, El Espectador.
Con bombo se entregaron 1.050 tabletas a estudiantes de la capital de La Guajira. El evento, interpretado por ahí como un acto de campaña, forma parte de la iniciativa Vive Digital, que busca “llevar tecnología a millones de colombianos”.
Al respecto, resultan odiosas (si no es que racistas) las declaraciones que cuestionan la entrega de computadores a comunidades indígenas, así como la “conexión” del departamento a la “red”. “La Guajira libre de internet porque es paraíso natural para descansar”, comentó algún insufrible internauta. Sin embargo, tampoco se trata de la revolución que están publicitando. Pese a lo atractivo del proyecto, no está de más señalar, con los aguafiestas de siempre, que para que la tableta funcione se deben asegurar mínimos como la integridad física de los profesores (que en Córdoba está en veremos), o el acceso a energía eléctrica (tan intermitente en algunos municipios del Caribe).
Vive Digital debería tener como correlato, además, un “Vive Corporal”. Y para vivir “corporalmente” se necesitan otras conexiones. Inalámbricas y no terrestres. Antes que invisibles, subterráneas. Que traigan agua densa (y potable), y que saquen la mierda y los orines. Pues para hablar de La Guajira y de la “integración nacional” debe conectarse a un 48% de habitantes al acueducto, y a un 61% al alcantarillado.
Llegó la tableta pero no hay tubo.
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Tatiana Acevedo | Elespectador.com
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