O chão da luta de classes no Brasil e em Nossa
América é o chão trilhado pela vida e obra de Niemeyer! “Quando a vida
se degrada e a esperança foge do coração dos homens, a revolução é o
caminho a seguir”. Oscar Niemeyer.
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A seguir reproduzimos breve nota biográfica publicada no Jornal INVERTA nº 419, de 1º de janeiro de 2008, em homenagem ao grande artista, comunista e revolucionário:
A seguir reproducimos una breve nota biográfica publicada en el Periódico INVERTA nº 419, de 1º de enero del 2008, en homenaje al gran artista, comunista y revolucionario:
Oscar Niemeyer nació en 1907 hijo de propietario de una imprenta y nieto del ministro del Supremo Tribunal Federal, que dejó como herencia al morir sólo la casa en que la familia residía en Laranjeiras.
Se graduó en arquitectura en 1934 por la Escuela Nacional de Bellas Artes. Trabajó en seguida en la oficina de Lúcio Costa (1902-1998), cuya solidez teórica y conocimiento de la arquitectura colonial brasileña lo influenciaron de forma destacada. En ese periodo, se hizo amigo de Rodrigo M. F. de Andrade (1898-1969), considerado por él un maestro, de quien recibió el incentivo para la lectura de los clásicos griegos y portugueses. Andrade fue el primer director del SPHAN (Servicio del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional) y desempeñó importante papel en la preservación de la arquitectura colonial, admirada por los tres y base importante de los proyectos que desarrollaron.
En 1929, el arquitecto francés Le Corbusier (1887-1965), al visitar Brasil fue acogido con gran interés por los jóvenes estudiantes. En su segunda visita, en 1936, Le Corbusier elaboró los proyectos que servirán de base para el edificio del Ministerio de Educación y Salud, hoy Palácio Capanema. Aunque el trazo original sea del arquitecto francés, el proyecto en su versión final fue de Niemeyer. Allí se expresan los principios fundamentales de la nueva arquitectura: estructura autónoma, planta libre, fachada libre, pilotes y terraza-jardín. La fachada libre trae la novedad del brise-soleil o quiebra-sois, que eran inspirados en soluciones que Le Corbusier encontró en Argelia para evitar o reducir la acción directa del sol y representaba una comprensión mayor de como las características físicas del país necesitaban interferir en la arquitectura.
El contacto con Le Corbusier no sólo influenció el Niemeyer, como también repercutió en la dirección inversa, pues inmediatamente la influencia del joven brasileño se hizo sentir cuando el maestro francés rompió con la rigidez del ángulo recto.
Para el arquitecto que recibió en 1988 el Premio Pritzker, que corresponde al Nobel de Arquitectura, su arte era algo secundario, el más importante era la lucha política: “Importante es la vida, la lucha por un mundo mejor”. Esta firmeza de principios siempre acompañó la posición del artista reconocido mundialmente. Sus declaraciones han animado aquellos que luchan por el comunismo. Cierta vez dijo que consideraba los reveses en la construcción del socialismo un accidente en el camino y le gustaba afirmar: “Cuando la vida se degrada y la esperanza huye del corazón de los hombres, la revolución es el camino a seguir”.
A lo largo de su vida colocó su talento a servicio de las luchas de los pueblos en todo el mundo. Particularmente en esta área se reveló como escultor, creando la escultura Tortura Nunca Más -la mano del Che representando el continente que sangra en la lucha por su liberación en el Memorial de América Latina- y el monumento en homenaje a los obreros asesinados en 1988, en Volta Redonda. En el año siguiente, el monumento sufrió un atentado terrorista, fue reconstruido y ahí permanece hasta hoy, tras ser vigilado durante tres días por los obreros.
En 2001, diseñó el afiche internacional contra el Plan Colombia, representando un manifestante con la bandera en mano luchando contra el imperialismo. Esa imagen fue la base de la escultura inaugurada en Cuba en homenaje a su centenario.
Niemeyer fue miembro del Consejo Editorial del periódico INVERTA; en 2004, fue elegido Presidente de Honor del Centro de Educación Popular e Investigaciones Económicas y Sociales (CEPPES); en 2007, el CEPPES y periódico INVERTA lo homenajearon en su oficina en Copacabana; en 2008 creó el proyecto para la sede de la Casa de Américas en Brasil, en Nova Friburgo, según publicado en el periódico INVERTA nº 420 en 18 de enero de 2008.
Partido Comunista Marxista-Leninista - Brasil
A seguir reproduzimos breve nota biográfica publicada no Jornal INVERTA nº 419, de 1º de janeiro de 2008, em homenagem ao grande artista, comunista e revolucionário:
Oscar Niemeyer nasceu em 1907
filho de proprietário de uma tipografia e neto de ministro do Supremo
Tribunal Federal, que deixou ao morrer, como herança, apenas a casa em
que a família residia em Laranjeiras.
Diplomou-se em arquitetura em
1934 pela Escola Nacional de Belas Artes. Trabalhou em seguida no
escritório de Lúcio Costa (1902-1998), cuja solidez teórica e
conhecimento da arquitetura colonial brasileira o influenciaram de forma
marcante. Nesse período, tornou-se amigo de Rodrigo M. F. de Andrade
(1898-1969), considerado por ele o mestre de quem recebeu o incentivo
para a leitura dos clássicos gregos e portugueses. Andrade foi o
primeiro diretor do SPHAN (Serviço do Patrimônio Histórico e Artístico
Nacional) e desempenhou importante papel na preservação da arquitetura
colonial, admirada pelos três e base importante dos projetos que
desenvolveram.
Em 1929, o arquiteto francês Le
Corbusier (1887-1965), em visita ao Brasil, foi acolhido com grande
interesse pelos jovens estudantes. Na segunda visita, em 1936, Le
Corbusier elaborou os projetos que servirão de base para o edifício do
Ministério da Educação e Saúde, hoje Palácio Capanema. Embora o traço
original seja do arquiteto francês, o projeto em sua versão final
deveu-se a Niemeyer. Ali se expressam os princípios fundamentais da nova
arquitetura: estrutura autônoma, planta livre, fachada livre, pilotis e
terraço-jardim. A fachada livre traz a novidade do brise-soleil
ou quebra-sois, que eram inspirados em soluções que Le Corbusier
encontrara na Argélia para evitar ou reduzir a ação direta do sol e
representava uma compreensão maior de como as características físicas do
país precisavam interferir na arquitetura.
O contato com Le Corbusier não
só influenciou o jovem Niemeyer, também repercutiu na direção inversa,
pois logo a influência deste se faria sentir quando o mestre francês
rompeu com a rigidez do ângulo reto.
Para o arquiteto que recebeu em
1988 o Prêmio Pritzker, que correspondente ao Nobel de Arquitetura, sua
arte era secundária, o mais importante era a luta política: “Importante
é a vida, a luta por um mundo melhor”. Esta firmeza de princípios
sempre acompanhou a posição do artista reconhecido mundialmente. As suas
declarações têm animado aqueles que lutam pelo comunismo. Certa vez
disse que considerava os reveses na construção do socialismo um acidente
de percurso e gostava de afirmar: “Quando a vida se degrada e a
esperança foge do coração dos homens, a revolução é o caminho a seguir”.
Em toda vida colocou o seu
talento a serviço das lutas dos povos em todo o mundo. Particularmente
nesta área se revelou como escultor, criando a escultura Tortura Nunca
Mais, a mão de Che representando o continente que sangra na luta por sua
libertação no Memorial da América Latina e o monumento aos operários
assassinados em 1988, em Volta Redonda. No ano seguinte, o monumento
sofreu um atentado terrorista, foi reconstruído e lá permanece até hoje,
depois de vigiado durante três dias pelos operários.
Em 2001, desenhou cartaz
internacional contra o Plano Colômbia, representando um manifestante de
bandeira em punho lutando contra o imperialismo. Essa imagem foi a base
da escultura inaugurada em Cuba em homenagem ao seu centenário.
Niemeyer foi membro do Conselho
Editorial do jornal INVERTA; em 2004, foi eleito Presidente de Honra do
Centro de Educação Popular e Pesquisas Econômicas e Sociais (CEPPES);
em 2007, o CEPPES e jornal INVERTA o homenagearam em seu escritório em
Copacabana; em 2008 criou o projeto para a sede da Casa das Américas no
Brasil, em Nova Friburgo, conforme foi publicado no jornal INVERTA nº
420 em 18 de janeiro de 2008.
Partido Comunista Marxista-Leninista - Brasil
Niemeyer Vive!
¡El camino de la lucha de clases en Brasil y en Nuestra América es el camino recorrido por la vida y obra de Niemeyer! “Cuando la vida se degrada y la esperanza huye del corazón de los hombres, la revolución es el camino a seguir”. Oscar Niemeyer.
A seguir reproducimos una breve nota biográfica publicada en el Periódico INVERTA nº 419, de 1º de enero del 2008, en homenaje al gran artista, comunista y revolucionario:
Oscar Niemeyer nació en 1907 hijo de propietario de una imprenta y nieto del ministro del Supremo Tribunal Federal, que dejó como herencia al morir sólo la casa en que la familia residía en Laranjeiras.
Se graduó en arquitectura en 1934 por la Escuela Nacional de Bellas Artes. Trabajó en seguida en la oficina de Lúcio Costa (1902-1998), cuya solidez teórica y conocimiento de la arquitectura colonial brasileña lo influenciaron de forma destacada. En ese periodo, se hizo amigo de Rodrigo M. F. de Andrade (1898-1969), considerado por él un maestro, de quien recibió el incentivo para la lectura de los clásicos griegos y portugueses. Andrade fue el primer director del SPHAN (Servicio del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional) y desempeñó importante papel en la preservación de la arquitectura colonial, admirada por los tres y base importante de los proyectos que desarrollaron.
En 1929, el arquitecto francés Le Corbusier (1887-1965), al visitar Brasil fue acogido con gran interés por los jóvenes estudiantes. En su segunda visita, en 1936, Le Corbusier elaboró los proyectos que servirán de base para el edificio del Ministerio de Educación y Salud, hoy Palácio Capanema. Aunque el trazo original sea del arquitecto francés, el proyecto en su versión final fue de Niemeyer. Allí se expresan los principios fundamentales de la nueva arquitectura: estructura autónoma, planta libre, fachada libre, pilotes y terraza-jardín. La fachada libre trae la novedad del brise-soleil o quiebra-sois, que eran inspirados en soluciones que Le Corbusier encontró en Argelia para evitar o reducir la acción directa del sol y representaba una comprensión mayor de como las características físicas del país necesitaban interferir en la arquitectura.
El contacto con Le Corbusier no sólo influenció el Niemeyer, como también repercutió en la dirección inversa, pues inmediatamente la influencia del joven brasileño se hizo sentir cuando el maestro francés rompió con la rigidez del ángulo recto.
Para el arquitecto que recibió en 1988 el Premio Pritzker, que corresponde al Nobel de Arquitectura, su arte era algo secundario, el más importante era la lucha política: “Importante es la vida, la lucha por un mundo mejor”. Esta firmeza de principios siempre acompañó la posición del artista reconocido mundialmente. Sus declaraciones han animado aquellos que luchan por el comunismo. Cierta vez dijo que consideraba los reveses en la construcción del socialismo un accidente en el camino y le gustaba afirmar: “Cuando la vida se degrada y la esperanza huye del corazón de los hombres, la revolución es el camino a seguir”.
A lo largo de su vida colocó su talento a servicio de las luchas de los pueblos en todo el mundo. Particularmente en esta área se reveló como escultor, creando la escultura Tortura Nunca Más -la mano del Che representando el continente que sangra en la lucha por su liberación en el Memorial de América Latina- y el monumento en homenaje a los obreros asesinados en 1988, en Volta Redonda. En el año siguiente, el monumento sufrió un atentado terrorista, fue reconstruido y ahí permanece hasta hoy, tras ser vigilado durante tres días por los obreros.
En 2001, diseñó el afiche internacional contra el Plan Colombia, representando un manifestante con la bandera en mano luchando contra el imperialismo. Esa imagen fue la base de la escultura inaugurada en Cuba en homenaje a su centenario.
Niemeyer fue miembro del Consejo Editorial del periódico INVERTA; en 2004, fue elegido Presidente de Honor del Centro de Educación Popular e Investigaciones Económicas y Sociales (CEPPES); en 2007, el CEPPES y periódico INVERTA lo homenajearon en su oficina en Copacabana; en 2008 creó el proyecto para la sede de la Casa de Américas en Brasil, en Nova Friburgo, según publicado en el periódico INVERTA nº 420 en 18 de enero de 2008.
Partido Comunista Marxista-Leninista - Brasil
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