Allende La
Paz, Cambio Total.
Un país que
se somete a unas reglas de juego y después que pierde en franca lid jurídica
internacional decide desconocer al juez, pues es un país sin seriedad. Y sus
gobernantes son unos parias. No de otra manera se puede calificar la respirada
por la herida que el establecimiento ha hecho por la pérdida del mar. Es como si en una pelea de boxeo por un título
mundial el perdedor –por knocout, además- salga a decir que desconoce el fallo
del juez que declaró ganador al ganador porque éste lo noqueó. Ja.
Y por qué
lloran por el mar? Por qué berrean por un mar situado allende las fronteras? Se
ha preocupado la oligarquía en el poder –y los desafectos del poder de hoy-
alguna vez por el Mar Caribe? En dónde están las políticas para impulsar el
desarrollo de los colombianos que viven en la Costa Caribe? No son los “costeños”
los más olvidados por el centralismo de la corrupta oligarquía interiorana que
sólo va a las regiones a robarles sus regalías –miserables ya que deberían
recibir mucho más por los contratos de explotación-? No son los campesinos
costeños los más damnificados por los inviernos? En dónde están las prometidas
ayudas? En donde están las obras de infraestructura necesarias para evitar las
nuevas inundaciones de todos los inviernos? Qué hacen los supercorrompidos que
ayer estaban en la Casa de Nari manifestándose con los SanAndresanos de a pié y
que hoy quieren explotar a su favor el reclamo de los pobladores de las islas?
Ah, es que
este “país del Sagrado Corazón” es manejado sin seriedad. Falta de seriedad.
Falta de moral. Falta de principios éticos en todas las esferas. Por ello
campea la corrupción en todas, absolutamente todas, las instituciones
estatales. Por ello campea el narcotráfico como forma fácil de volverse ricos
de la noche a la mañana. Por ello nos maneja una clase política –por orden de
la oligarquía y el imperio- que no sabe nada de nada.
Ya lo hemos
dicho. En Colombia la única política estatal es la guerra. Ni la paz, ni los diferendos
con otros países se manejan con una política estatal, ni siquiera de gobierno.
Ah, claro, la otra política estatal es la corrupción. Todo el que llega a un
puesto estatal si no es corrompido está en vías de volverse así. Igualmente con
la Paz. Qué puede esperar una insurgencia como las FARC-EP que lucha por
construir otro país de una oligarquía que está satisfecha con los ladrillos
corroídos con que construyeron su maltrecha democracia institucional?
Las FARC-EP
están al tanto de esto. Por ello tiene al equipo gubernamental maniatados a la
Mesa de Conversaciones. Maniatados con nudos de marinero, para que no se
suelten. Seguramente la oligarquía cuando vea que no consigue lo que quiere –derrotar
a la insurgencia en la Mesa-, pateará la Mesa y le importará un sieso la
comunidad internacional y los deseos y esperanzas de paz de los
colombianos. O si llegan a Acuerdos, esa
oligarquía tramoyera –como demuestra con el fallo de la Corte de La Haya-
tratará de darse las mañas para incumplir los Acuerdos y que todo siga igual
como está ahora.
La única
garantía –como lo han planteado las FARC-EP- es la presencia activa,
movilizada, de los colombianos. Para si ellos –la oligarquía- incumplen los Acuerdos
logrados en la Mesa de Conversaciones, entonces darle la patada y tomar la “Casa
de Nari” y todas las instituciones estatales para reconstruirlas totalmente con
nuevos cimientos y nuevas paredes de nuevos ladrillos.
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