Allende La Paz,
Revista Cambio Total.
La oligarquía « sin
queriendo » y « haciéndose la pendeja » quiere embaucar a los
inocentes con sentencias sobre la Paz, la cual apenas han ahora han « descubierto ».
El presidente
JMSantos es el que más ha llenado de máximas la Paz, mejor dicho, el aún
incipiente proceso que arrancará en octubre en Oslo, y ya le escuchamos, como
si hubiera descubierto el agua tibia », que la « La paz no se da de
un día para otro, hay que sembrarla y hay que estimularla ».
Semejante
descubrimiento nos deja « pasmados » que la oligarquía colombiana
apenas ahora, ahora !, sepa que la paz es un PROCESO y no una situación
definida y establecida por la firma de unos acuerdos. Esto lo hemos dicho,
repetido y requeterepetido en los diferentes medios alternativos que reproducen
nuestros artículos a través de muchos años.
Mas es bueno que
JMSantos lo diga. Para que después no esgriman la ignorancia del tema como la
excusa para continuar la guerra. Evidentemente que « la Paz es más que
silenciar los fusiles ». Eso lo han dicho las FARC en más de una ocasión. La
Paz es un estado en el que todos los colombianos pueden participar, de una u
otra manera. Es más, inclusive los que están contra la Paz participan con su
discrepancia en la construcción del proceso de Paz.
Las voces de los « enemigos
de la Paz », militares, empresarios, UribeVélez, y su séquito de esquiroles
oligárquicos, cuando dan sus retardatarias opiniones muestran a los
colombianos, al pueblo colombiano, que ese no es el camino y por más histéricos
que se encuentren demuestran que el odio no ejerce ningún bien ni siquiera a
quien lo siente contra los pobres. La guerra en Colombia ha demostrado la incapacidad de la oligarquía y el imperio
de solucionar los problemas de los colombianos mediante el uso de la violencia,
ejerciendo la más atroz violencia –Terrorismo de Estado- que ha anegado de
sangre inocente los campos y ciudades
colombianas.
La sangre derramada
por los que desde el Estado ejercen la forma más atroz de violencia física ha
regado los fértiles campos colombianos y más de 2´500.000 litros de sangre
ojalá hayan sido suficientes para que ahora si paremos la guerra, para que mediante
el diálogo silenciemos los fusiles y al tiempo vayamos abordando la solución a
los problemas que dieron –y dan- origen a la insurgencia armada, entre ellos
los problemas económicos, políticos y sociales que sufre el pueblo colombiano
por culpa de la oligarquía.
Por todo ello, en
los actuales momentos ojalá de verdad la oligarquía haya entendido que « la
solución no es vencer la guerrilla », sino adelantar de manera civilizada
el abordaje de los problemas que se derivan de unas políticas equivocadas
adelantadas desde el Estado. En más de una ocasión hemos señalado que ojalá
cuando llegara el momento del entendimiento por la parte de la oligarquía no
fuera tarde para la existencia de la misma oligarquía como clase.
La Paz, el proceso de Paz, es solamente propiedad
del pueblo colombiano ya
que es éste el que ha sufrido en carne propia los efectos de la guerra
declarada por la oligarquía contra el pueblo. Que Santos y la oligarquía hayan secuestrado la llave de la Paz no
significa en los más mínimo que es el dueño de ella, ni siquiera que es « dueño
del balón ». Por esta razón el pueblo debe participar de todas las maneras
posibles en el proceso de paz, muy cerca a las FARC, sabiendo que ésta
guerrilla no va a una entrega, a un « perdónennos que nos equivocamos »,
sino a entrar a cambiar totalmente al país y a entregarle al pueblo la llave de
la Paz, su verdadero, único y real dueño.
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