Domínico Nadal, NotiColombia Press (especial para Revista Cambio Total)
Es un país en
guerra. Y la guerra se vive por episodios. Las tropas permanecen más tiempo en
sus cuarteles y campamentos que combatiendo. Es la dinámica de la guerra
estudiada muy bien por Klausewitz. Cuando combaten es para hacer valer o
alcanzar tal o cual objetivo político. Nunca hay un combate sin fin. Alcanzado
el objetivo político, cesa el combate. Y se sigue en la planificación del
siguiente objetivo, o ataque.
Mas en el Cauca
la guerra se vive todos los días. Ya las agencias internacionales no pueden
ocultar esa verdad. Un hostigamiento aquí. Un ataque a un pueblo allá. Un
francotirador por acullá. Un minado más allá. Un superTucano derribado con el presidente
JM Santos a 10 minutos de donde impacto el avión derribado. Y quién dijo miedo !
Y las fuerzas
militares-narcoparamilitares estatales responden con bombardeos contra todo lo
que se mueva. Que la mayoría de las veces son campesinos e indígenas. O son
guerrilleros de las FARC que se acomodan para realizar mejor su tiro o su
ataque. A las tropas estatales les importa un bledo quiénes son el blanco. A
ellos les importa es mandarles el bombazo y listo ! Pero vea, qué cosa,
ahora fueron dos pilotos de la FAC los que recibieron la ración que ellos les
tiran todos los días a los indígenas, campesinos, y claro está guerrilleros.
En esa « zona
de guerra » estaba el presidente JM Santos cuando las FARC le tumbaron su
juguete de guerra. Que cuesta 10 millones de dólares. Fue vestido de traje
militar. Gorra militar. Oscuros. Y cuando ya se iba molesto porque los
indígenas le sabotearon su aparecida en pantalla anunciando un plan Conpes, es
decir, más guerra, tuvo que salir corriendo hacia su « Casa de Nari »
porque no vaya a ser y de pronto esos guerrilleros de las FARC hayan construído
un fusil que tenga un alcance de kilómetros y pam ! Un solo tiro !
Se fue iracundo
para su « Casa de Nari » a que su mujercita le enjugara el sudor frío
que cubría su frente y todo su cuerpo. Desde allí siguió preparando su siguiente
golpe. Su siguiente ataque. A cuál sindicalista le tocará el turno ? A
cuál maestro de escuela ? A cuál miembro de la Gran Marcha Patriótica ?
A cuál mujer berraca que le grita que ella « no parió hijos para la guerra » ?
A quién mandará poner preso ? A qué presidente le pedirá que « por
favors, envíeme un « terrorista » que viaja hacia su país » ?
Cuántas personas
morirán en la siguiente « jugada de póker » de Santos ? Cuántos
quedan sin salud, la cual vive una crisis sin precedentes y tiene un hueco
fiscal de 8,5 billones de pesos colombianos ? Cuántos niños morirán hoy
por hambre ? Cuántos niños de Armenia tendrán que comer gallinazos porque
no hay plata para comprar carne de res, o cerdo, o pollo ?
Vergüenza
nacional !
Cuántos y cuáles
niños menores de 5 años morirán por desnutrición ? Cuántas personas
morirán víctimas de tomar agua no potable de los 16 millones que no
cuentan con ese servicio ? Cuántas madres morirán víctimas de la llamada « mortalidad
materna » ? Cuántos ancianos morirán haciendo cola en la fría
madrugada bogotana para « recibir su mesada », dineros que nunca
llegan porque se los tragó la guerra ?
Colombia está en
guerra. Desde 1948. Desde 1964. La
guerra es la guerra guerra y la guerra adelantada desde las estructuras. Las
dos partes forman parte de « las jugadas de póker » del tahur que hoy
está en la « Casa de Nari » preparando su golpe, ordenándolo,
cumpliendo lo ordenado por su amo. Baraja con sonrisa malévola sus cartas. La
guerra guerra deja miles de muertos. La guerra adelantada desde las estructuras
del estado arroja millones de víctimas.
Eso a él, el « tahur »,
no le importa. Él lo que quiere es ganar la guerra. No importa que tenga que
matar civiles inocentes. Nada importa. Sólo ganar el envite...
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