Allende La Paz, NotiColombia Press (especial para Revista Cambio Total).
La preocupación presidencial por los contundentes golpes
propinados por las fuerzas insurgentes irregulares de las FARC a las fuerzas
militares-narcoparamilitares del Estado se traduce en más anuncios de aumento
del pié de fuerza.
Santos “anunció 3 brigadas y 4 batallones más” para “combatir
la amenaza de las FARC”, los cuales se sumarán a los 500.000 unidades que tiene
la Fuerza Pública (policía y fuerzas militares) en todo el país, la cual según
los anuncios presidenciales son
insuficientes e ineficaces para combatir a una guerrilla de casi 50 años de
existencia y experimentada en la dura vida en el monte.
Y es que en el imaginario oligárquico sólo existe una
solución a los problemas creados por su egoísmo e ineficiencia en el manejo de
la cosa pública del país. La guerra. Más guerra. Ellos declararon la guerra
contra el pueblo colombiano en 1964 en boca del entonces presidente Guillermo
León Valencia, y todos los presidentes sin excepción, en cada acto de posesión,
continúan decretándola.
Ello porque como cipayo que tiene callos en las rodillas no
da para adoptar una postura digna y sólo espera que el amo imperial les dé la
orden. Mas el amo imperial de la oligarquía colombiana aún no está satisfecho
de su sed de sangre (petróleo, oro, níquel, carbón, café, banano, etc) y quiere
más, más sangre!
El pueblo colombiano, quien es el que pone los muertos, hace
muchos años tiró todos sus restos a la apuesta por la Paz. Porque “por la vida
hasta la vida misma”, es una consigna que ha arraigado en los corazones y las
mentes de los colombianos pobres desafectos de políticas públicas que lo
rediman del viacrucis al que ha sido sometido.
No esperamos nada de Santos. Es igual, o peor, que
Uribhitler. Por lo menos aquel decía que era lo qué quería. Santos con palabras
melifulas santafesinas, con olor a
mentira y falsas promesas, habla de paz y hace la guerra. La decide y determina
su continuidad.
Luchemos por la paz para construir una Nueva Colombia en
paz, con justicia social, libertad, democracia y soberanía nacional. Adelante
pues!
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