Ministro de Minas asegura que la capacidad de transporte es su principal preocupación, porque el uso de carrotanques es ineficiente y costoso.
La deficiente red de carreteras del país y la falta de cobertura en la red de oleoductos, mantiene caro el petróleo colombiano, restándole beneficios a las regiones, vía regalías, y a las firmas que se dedican a la explotación de este recurso natural.Según la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet), el costo promedio de extraer un barril de crudo en el país es de cinco dólares, pero el valor de transportarlo por carretera asciende a 15 dólares, situación que le resta competitividad al auge petrolero actual.
El presidente de la agremiación, Hernando Barrero Chaves, explica que una tractomula, que moviliza petróleo desde algún pozo sin conexión a oleoducto, gasta tres días en llevar la carga de 200 barriles hasta la refinería o al punto de bombeo, tiempo que implica gastos adicionales en el salario del conductor y en los altos fletes por el alquiler y mantenimiento del vehículo.
“La infraestructura para el transporte y la exportación de crudo se está quedando corta, o está siendo deteriorada por el fuerte invierno”, señaló el dirigente del gremio, que en dos semanas organiza el ‘XIV Congreso Colombiano de Petróleo y Gas’.
Gran preocupación
El optimismo del gobierno en materia de producción, sobre la cual el ministro de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas, espera que se llegue al millón de barriles diarios en diciembre o a comienzos del 2012, contrasta con sus inquietudes en materia de transporte de hidrocarburos.
El funcionario reconoce que su principal desvelo al frente de esta cartera es la infraestructura para la movilización de hidrocarburos con destino a la exportación.
“Honestamente hablando, no es el millón de barriles, ni el millón y medio en el 2015.
La principal preocupación mía es la capacidad de transporte; que no vayamos a tener un cuello de botella”, señaló el funcionario.
Hoy en día los oleoductos están en condiciones de bombear alrededor de 900.000 barriles diarios y el faltante es movilizado por carrotanques y tractomulas, alternativa que, según Cárdenas Santa María, genera un efecto colateral muy negativo porque congestiona las vías, genera una necesidad de inversión adicional en infraestructura de carreteras, pero -sobre todo- porque es ineficiente y costosa.
A esto se suma la falta actual de alternativas para la salida del crudo a los mercados mundiales, porque todo el producto sale por el puerto de Coveñas (Sucre), que si sufre algún imprevisto sencillamente llevaría a dejar en entredicho las exportaciones de crudo.
El ministro Cardenas señala que la opción más eficiente es un puerto de exportación de crudo en el Pacífico, alternativa que hay que mantenerla en mente y trabajarle, para que pueda estar lista hacia el año 2020.
OPCIONES DE CORTO PLAZO
Mientras la construcción de un oleoducto con salida al Pacífico -que podría tomarse una década- se vuelve realidad, el Gobierno y las empresas trabajan en opciones más próximas para darle la salida a la creciente producción.
La más próxima es el Oleoducto Bicentenario, que luego de demoras en la aprobación de la licencia ambiental inició en agosto su primera fase de construcción, que entraría en operación en el primer trimestre del 2012, con una capacidad de 120.000 barriles entre Araguaney (Casanare) y Banadía (Arauca), para luego conectarse al oleoducto Caño Limón–Coveñas.
Otra iniciativa es el proyecto de Puerto Bahía, que desarrolla Pacific Infraestructura en Cartagena, cuya primera etapa incluye un oleoducto de 135 kilómetros, proveniente de Coveñas y que tendrá una capacidad inicial de 300.000 barriles por día para crudos.
En esta fase, la capacidad de almacenamiento será de tres millones de barriles. Las adecuaciones del terreno están casi listas para iniciar la construcción de la terminal, que comenzaría a operar a mediados del 2013.
La tercera alternativa, con la que se busca garantizar la salida de la mayor producción esperada en el sur del país (Cuenca Caguán–Putumayo) es el aprovechamiento de la capacidad instalada en Ecuador, para lo cual esta semana los dos gobiernos firmaron un memorando de entendimiento que busca promover y facilitar el transporte de hidrocarburos producidos en los dos países, por la red oleoductos.
La conexión existente entre la estación San Miguel (Colombia) y Lago Agrio (Ecuador) necesita una inversión adicional, cercana a los 8 millones de dólares, para unirse con la estación Amazonas del Oleoducto de Crudos Pesados de Ecuador, infraestructura que tiene disponibles 320.000 barriles diarios, de una capacidad total de 450.000 barriles por día.
UN AÑO SIN GRANDES SOBRESALTOS EN LA TENDENCIA DE PRECIOS
Este año el precio del barril de petróleo WTI, de referencia para Colombia, ha oscilado entre los 80 y 95 dólares, aunque el precio más bajo del año fue 75 dólares y el más alto fue a finales de abril, cuando alcanzó los 113 dólares.
Sin embargo, en promedio los movimientos han sido en un rango de 15 dólares, cifra muy por encima de lo que presupuestó Ecopetrol para la compañía este año.
Claro, la petrolera todos los años hace el presupuesto con la cifra más conservadora posible para evitar sorpresas.
Ayer, en el mercado de Nueva York el petróleo de Texas subió el 2,13 por ciento y cerró en 97,78 dólares por barril tras el nombramiento del nuevo primer ministro griego y al conocerse datos mejores de lo esperado sobre el déficit comercial y el mercado laboral en Estados Unidos.
La cotización del crudo se vio presionada al alza por las noticias procedentes desde Grecia, donde se confirmó la designación del economista Lucas Papademos para encabezar el nuevo gabinete de unidad nacional.
Ómar G. Ahumada
Economía y Negocios
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