Allende La Paz.
Quieren aplastar al nuevo partido de la FARC, apenas nacido.
Le tienen terror a la recién nacida criatura, la cual ya viene dando sus pasos
en el terreno político desde su fundación, desde luego en el campo ilegal.
Ahora lo hace en el
campo legal y tendrá que enfrentarse a las leguleyadas del regimen neoliberal
colombiano, a las tortuosidades de los jueces, magistrados y funcionarios
estatales.
Ya aparecerán todas las triquiñuelas
que esgrimen todos los funcionarios estatales para impedir el normal
funcionamiento del Nuevo partido del pueblo.
Ya veremos las
autoridades electorales colocándose como vacas muertas en el camino del Nuevo partido.
Ya veremos en las elecciones a los jurados electorales favoreciendo a los
partidos del establecimiento, partidos que ya está más que demostrado están super
corrompidos al punto que ya hasta el ex-vice, Vargas Lleras, decide lanzarse
por recolección de firmas para tratar de sacarle el bulto a su propia
corrupción y a la de Cambio Radical.
Ello nos lleva a preguntarnos:
Por qué le temen al Nuevo partido FARC? Por qué la andanada contra un partido
que inicia su tránsito por el tortuoso camino de las leguleyadas del
establecimiento? Por qué el miedo?
Evidentemente porque los
partidos del establecimiento –Liberal, Conservador, la U, Cambio Radical, etc-
están corrompidos hasta los tuétanos. Son partidos que carecen de sustento ideológico,
de valores morales y principios éticos, a menos que se quieran sustentar en las
tesis neo-capitalistas –neoliberales- y en los principios idológicos que han
llevado a la presidencia a personajes nefastos como Nixon o Trump, muestra
evidente del declive de esas tesis a nivel internacional.
A nivel nacional,
podríamos preguntar cuáles son las tesis ideológicas de los partidos del
establecimiento? Cuáles su principios éticos y valores morales?
Serán acaso el
neoliberalismo que somete al hambre a millones de colombianos? Serán acaso los
principios del “todo vale” que los ha sumido en la más asquerosa corrupción?
Será acaso los “principios” de las clases politiqueras que no han tenido
empacho en aliarse con la mafia del narcotráfico para conseguir dineros y votos
aupados por los narco-paramilitares?
Si eso es así,
definitiviamente el caso de Uribe Vélez y el CD es evidente. Quién no recuerda
el cambio del articulito para hacerse re-elegir, o la Yidis-política? O la
para-política que comprometió a todos los partidos del establecimiento? O
también asquerosamente evidente el caso del Partido Cambio Radical y sus avales
a lo más corrompidos casos de narcotraficantes de la Guajira, sino también sus
alianzas con los narcopraramilitares de los Llanos?
Desde luego que esa
olorosa corrupción engloba al conjunto de la totalidad del estado. Todos los
poderes están untados de corrupción. Es más, sin corrupción no podrían existir.
La corrupción es inherente al régimen colombiano.
En esa corrupción está
la clave para entender por qué le temen al Nuevo partido FARC. Saben que es su
antagonista de clase. Saben que sus militantes están apertrechados de
las más humanas doctrinas de la humanidad. Saben que siguen los principios
marxistas-leninistas, los principios bolivarianos, y que pretenden adelantar la
instauración de la más amplia democracia en nuestro país.
No es la democracia
burguesa, desde luego. Es la democracia popular, la proletaria, la campesina,
la estudiantil, la de la mujer, la barrial, la veredal, etc, etc. Es la
democracia de los desclasados, los nadies, los pobres de la ciudad y el campo.
Democracia que los llevará –mediante la lucha- a tomar sus destinos en sus manos
y hacer que desde el estado se adelanten políticas que respondan a sus intereses y no a los intereses de los poderosos, los ricos, los empresarios, como hasta ahora.
Por ello, le temen al Nuevo
partido FARC. Por ello quieren matar la nueva criatura apenas en su nacimiento.
Al igual que hacen con los niños víctimas de sus políticas.
Publicar un comentario