Era un país.... con Un Acuerdo de Paz modelo para el mundo, menos para algunos colombianos.
Mientras el pueblo mira con esperanza el Acuerdo, la élite en el poder -"amigos y enemigos"- se niega renuentemente a aceptar el cese de la guerra.
Ahí está la triste realidad. A pesar del optimismo de amplios sectores. A pesar de la esperanza dibujada en los rostros de los colombianos pobres, el pueblo. A pesar del inmenso apoyo internacional.
El gobierno de Santos está mostrando que lo único que le interesaba era la dejación de armas de las FARC y que los reformas que impedirían continuar -como lo está ya- en el espiral de violencia en que tienen sometido al pueblo le importa lo más mínimo.
200 líderes populares asesinados -ejecutados extrajudicialmente- desde inicios del 2016 hasta hoy son prueba fehaciente.
Ante ello nos preguntamos: cuál es la posición de la comunidad internacional sobre los asesinatos de líderes? Permitirán que desde el Estado se siga aplicando el Terrorismo de Estado mientras el gobierno hace gárgaras sobre La Paz y la democracia?
Estará el gobierno Santos en adelantar el grueso de la implementación, lo cual le permitiría permanecer como un presidente que se la jugó por La Paz y no como uno que también le incumplió a los colombianos?
Le está quedando grande la implementación a Santos?
Amanecerá y veremos...
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