Allende La Paz.
El atentado en el centro comercial Andino nos deja, además
de la lamentable muerte de tres mujeres y varios heridos, varias enseñanzas o
consecuencias.
Una primera conclusión es
que los perpetradores y sus ideadores pertenecen a la extrema derecha. De eso
no hay ninguna duda. Ellos son los únicos que en su enferma mente podrían haber
ideado tamaño despropósito.
En esa extrema derecha están inscritos el Centro anti-Democrático
(Ca-D), liderado por el narco-paramilitar número 82 ex-presidente y hoy
senador, Álvaro Uribe Vélez, que nuclea lo más retardatario de la sociedad
colombiana, es decir, terratenientes, ganaderos, algunos militares guerreristas
a quienes no les conviene la paz, empresarios y empresarios del campo,
narco-paramilitares, delincuencia ”común”.
En ese conglomerado criminal sobresale la figura de Fernando
Londoño –el ladrón de Invercolsa-, quien prometió en la Convención del Ca-D “hacer
trizas el papelucho del Acuerdo de Paz”. Que éste señor tenga las manos metidas
en esa acción criminal no sería nada extraño. O por lo menos es su creador
intelectual, su determinador como dicen ahora.
Mas pueden ser otros los
autores intelectuales. Pero de que Londoño está en primera línea lo está.
Corresponderá a las autoridades colombianas –la Fiscalía, especialmente, y la
Policía- adelantar las correspondientes investigaciones y mostrar los
resultados.
Especialmente la
Fiscalía porque ya está demostrado que su trabajo deja mucho que desear, evidenciado
en, por ejemplo, el “pasar de agache” del Fiscal Nestor Martínez ante los actos
de corrupción de su jefe anterior, Luis Carlos Sarmiento Angulo, implicado en
los escándalos de Odebrecht y de las tierras baldías que se ha apropiado en el
oriente colombiano (22.000 hectáreas).
Otra conclusión es que
los perpetradores intelectuales y materiales están completamente desesperados.
El Ca-D ha atacado con todas sus fuerzas el Acuerdo de Paz entre las FARC-EP y el
gobierno Santos –en representación de todo el estado- y está empecinado en “volver trizas” el Acuerdo Final
del Teatro Colón, el más caro anhelo de los colombianos.
Sabido es que en
momentos en que cada vez es más evidente el aislamiento nacional e
internacional de los “enemigos de la Paz” y la Paz se va abriendo paso y
ganando cada vez más importantes sectores, la desesperación se va apoderando de
los “enemigos de la Paz”.
Es hermosa la
movilización de diferentes sectores de la sociedad colombiana hacia las Zonas
Veredales (ZVTN) en que reiteran su compromiso inclaudicable con el Proceso de
Paz y su apoyo total ante la irreversibilidad de uno de los mejores procesos de
Paz alcanzados en el mundo.
El reciente Foro
realizado en Noruega para la superación de conflictos –invitadas las FARC y el
gobierno Santos- es una muestra palpable de ese apoyo a la Paz en Colombia. En
dicho Foro fue mostrado el Acuerdo de Paz como un ejemplo para la comunidad
internacional. Podrán los enemigos mostrar algo algo semejante? Jamás.
Por ello, el “pataleo de ahogado” de los “enemigos de la Paz”.
Por ello la realización de actos
criminales como el del Centro Andino. Ello demuestro la inmensa sevicia de los
autores criminales. Demuestra que el Ca-D es capaz de llegar a cometer los más
irracionales actos criminales y adelantarlos con total sevicia con tal de
retomar en sus manos el gobierno con el fin de implanter sus prácticas
criminales (3.500 ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas
aumentaron 500%, crecimiento inusitado del narco-paramilitarismo como arma de guerra
criminal, etc), y someter al pueblo a las extremas condiciones de vida.
La extrema derecha está
viviendo sus últimos estertores. Sus coletazos, no por estar cercana su muerte,
dejan de ser peligrosos. Ya lo demostraron con el atentado al Centro Andino, un
centro comercial de las clases altas como pretendiendo endilgarle la culpa a
los sectores populares. No. Se equivocaron y la desesperación los llevó a
cometer un acto criminal que las propias clases altas colombianas han condenado
de manera tajante.
La desesperación los
lleva a cometer actos de Terrorismo. Los colombianos rechazamos éstas prácticas
criminales. Hoy día los colombianos estamos inmersos en unos procesos de Paz separados
–con las FARC-EP y el ELN- que deberán sembrar en nuestro país el amor, la
fraternidad, la solidaridad. Los enemigos de la sociedad colombiana no se
saldrán con la suya.
No más terrorismo!
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