Domínico Nadal, El Cuento de la Semana.
Es un país que… tiene la
inveterada costumbre de hacer todo a última hora. Por ello, todo le sale mal (a
excepción de la corrupción. Ahí sí son aplicados). Mucho más a los politiqueros
del establecimiento (porque hay también los de “izquierda”).
Pues resulta, acontece y
pasa, que el gobierno de Jm Santos ha estado 6 años discutiendo y dialogando –que
no es lo mismo- con las FARC-EP y a última hora –como siempre- está en
correndillas para sacar Adelante la Implementación del Acuerdo de Paz del
Teatro Colón.
Por qué si ha tenido
tanto tiempo el gobierno no ha ido cumpliendo el cronograma –como si lo están haciendo
las FARC-?
Porque el incumplimiento
gubernamental –y estatal- está a ojos vistas. Todavía hoy –todavía!- no están
terminados los campamentos de las ZVTN.
Tampoco han cumplido la
ley de Amnistía y eso que esa ley fue expedida hace 6 meses. Será que el estado
–la justicia!- sigue con la inveterada costumbre de “castigar” a los de ruana
más allá se su potestad, pero en cambio se dan sus prisas para liberar a los
corrompidos de cuello blanco y narco-paramilitares.
Tampoco vemos el apoyo
del gobierno Santos a la ONU para acelerar la entrega de armas y eso que es lo
único que verdaderamente al gobierno. Desarmar a las FARC-EP!
Como si les tuviera
miedo a los ganaderos y terratenientes, el gobierno Santos se lentifica en
adelantar la Reforma Rural Integral y el censo agropecuario. Es más, hasta les
expide leyes a esos sectores para asegurarles que ellos recibirán terrenos de
los baldíos (ZIDRES).
Ahora, quiere mostrar “eficiencia”
y firma una “Decretón” como si fuera una proeza. Carajo, si lo que está haciendo
es apenas ponerse al día –atrasado- con los compromisos adquiridos cuando firmó
el Acuerdo de Paz del Teatro Colón. Pero Bueno, es mejor tarde que nunca,
aunque nunca vamos a aprobar ese preocupante retardo.
El tiempo –siempre el
tiempo- es el peor enemigo de los gobernantes oligárquicos. Inmersos en sus componendas
y su corrupción nunca tienen tiempo para cumplirles sus obligaciones a “los de
ruana”, es decir, a los pobres.
Por ello, seguimos
viendo a Colombia con los mismos índices nefastos en materia social. 17 por
mil nacidos vivos de mortalidad infantile en menores de 5 años. Ya éste año
2017 van 81 niños muertos por desnutrición y hambre en Colombia!
Como se miran tanto en el espejo de Venezuela, les damos
unas cifras. Venezuela en 14 años ha construído 1´650.000 viviendas que han
sido entregadas a los que carecen de ellas. Colombia apenas ha construído 300.000 viviendas, se
las entregan –pagas claro- y ”sacan pecho por ello”. Qué descaro!
Por otro lado, con el
paro de Buenaventura está en “calzas prietas” y esperamos cumpla los compromisos
porque o si no el pueblo vuelve y se rebota. Lo mismo con el Chocó. Lo mismo
con los maestros de FECODE. Lo mismo con los trabajdores estatales. Lo mismo
con…
En todo caso, la “Decretón”
no pareciera que resuelve el problema de la paquidermia estatal y
gubernamental. Amanecerá y veremos!
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