No podemos “embutir” la
JEP en la rama jurisdiccional so riesgo de contaminarla de politiquería y
corrupción.
Por: José Mamakasaca, Revista Cambio
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La propuesta de la CSJ
colombiana no tiene carta de presentación. No la tiene porque “embutir” a la
JEP en la rama judicial sería contaminarla de politiquería y corrupción y la
desviaría de sus propósitos.
La corrupción y
politiquería en la rama judicial está a ojos vistas. Magistrados que juegan al “yo
te nombro tú nombras mi familia”, contaminada de la misma politiquería de la “clase
política”, magistrados con amigos narcotraficantes, magistrados que dictan
sentencia de acuerdo con el fajo de billetes que entre a sus bolsillos,
magistrados comprometidos en el desplazamiento forzoso y el robo de tierras
(caso Pretelt), etc, etc.
Entonces someter a la
JEP al intrígulis de las Cortes sería totalmente contraproducente porque
precisamente se ha creado la JEP es porque las FARC-EP, e incluso algunos de
los delegados del gobierno, no le tienen confianza a la justicia colombiana. Si
no le tiene confianza el ex-presidente y senador Álvaro Uribe Vélez, ya podrán
ustedes imaginarse que mucho menos confianza le tendrán las FARC-EP.
Por
ello, considero que es imprescindible continuar con el proceso de paz,
ajustando lo que haya que ajustar del Acuerdo Final y desechando las malas y
peores propuestas de algunos que se quieren erigir en voceros del No, sin tocar
lo Fundamental del Acuerdo, lo cual se ha podido reajustar sobre la marcha de
la Implementación sin necesidad de Plebiscito. La Paz está consagrada en la
Constitución colombiana como un derecho fundamental, inalienable, no sometida a
los caprichos de las “mayorías” espurias del triunfo del No en el Plebiscito,
máxime cuando en Colombia las grandes mayorías-esas sí mayorías- que están en
favor de la Paz representan el 81% del padron electoral ( solo
votaron 37,43%,
es decir, 13.066.047 de 34.899.945 personas habilitadas y
el No recibió el 50,21% (6.431.376
Votos), podemos decir, como lo está demostrando la movilización ciudadana, que
el pueblo colombiano está en favor de la Paz.
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