Allende La Paz, Cambio Total.
Hay
momentos de momentos. Y como dicen en mi tierra, “el palo no está para cucharas”.
Con lo que se significa que no es el momento más adecuado para “meter la pata”
o para explayarse en explicaciones que no vienen al caso.
En los
actuales momentos estamos en las primera de cambio para ver si se llega a un
Acuerdo para la Paz en Colombia. Y los consabidos “enemigos de la Paz” a toda
hora están atravesándose en el camino de la paz como “vacas muertas”. O lo que
es lo mismo, “supuran por la herida”. Y lo hacen porque ellos están infestados
de muerte, pletóricos de guerra, de asesinatos, desapariciones, masacres y
ejecuciones extrajudiciales. Entre esos “enemigos de la Paz”, ya lo hemos
señalado, está el señor Gaviria-Trujillista, Humberto de la Calle Lambón, quien
oficia de coordinador de la delegación gubernamental colombiana, quien llegó a
La Habana a torpedear soterradamente la Mesa de Conversaciones.
El equipo
gubernamental no habla directamente sino que lo hace calladamente,
agazapadamente. Las FARC-EP desde los diálogos de Caracas –eso debe recordarlo
de la Calle- ha planteado la necesidad de discutir y aclarar todo lo
relacionado con lo que los gubernamentales llaman el “secuestro”, pero olvidan
las otras formas de secuestro practicados por el Estado colombiano. La desaparición forzada comienza con
un “detención ilegal”, continúa con un “secuestro”, sigue con la tortura y
termina con la ejecución extrajudicial de la víctima.
De esa
forma de secuestro “olvidada” por la oligarquía hay más de 62.000 víctimas en Colombia, cifra aportada por la propia Fiscalía General
de la Nación. Pero eso a ellos no les preocupa. A ellos les preocupa que el
otro “secuestro”, el de carácter económico, ya que los “secuestrables” en
Colombia pertenecen a la clase oligárquica, a los ricos. Hasta Fundaciones han
creado para tratar de defenderse del secuestro económico, el cual se volvió una
industria para los colombianos que por razón de pobreza o por criminalidad
resuelven realizar “una repartición de la riqueza por la derecha”, como dice un
buen amigo.
Evidentemente
que la responsabilidad estatal tendrá que ser asumida por los que regentan el
estado en estos momentos ya que los que cometieron esos delitos criminales pertenecen
a la misma clase del que está en el gobierno en estos momentos presentes, es
decir, JMSantos es heredero de Uribhitler y éste de Pastrana, y éste de Samper,
y éste de Gaviria y así en ronda infinita. Igualmente las FARC-EP responderá
por lo que le toque responder. Todo ello, claro está, en su momento.
No debemos
llenar de pus, ese detritus asquiento, la Mesa de Conversaciones. Ésta debe
llenarse de las discusiones sobre los temas de la forma más civilizada posible,
temas sobre los cuales tendrá que responder el Estado colombiano, el originador
y determinador de la guerra en Colombia. No confundamos las cosas. El primer
responsable de las violaciones de derechos humanos es el Estado colombiano, y
eso lo sabe muy bien el señor de la Calle ya que fue ministro del Interior en
el gobierno de César Gaviria Trujillo, a quienes también les tocará responder
por éstas violaciones. La parte que a las FARC le tocare tendrá que ser
analizada como una consecuencia de la guerra adelantada por la oligarquía.
A los
enemigos de la Paz les recomendamos que visiten a su médico para que les recete
un antibiótico a ver si así se quitan de encima semejante enfermedad infecciosa
y no vaya a ser que infesten a los delegados colombianos de las FARC-EP. Ojalá
las bacterias que se han tomado el infectado cuerpo estatal no vaya a
contaminar a los delegados farianos... Ojalá..
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