por Iroel Sánchez, CubAhora.
Sábado, 22 de Diciembre de 2012
Esta semana culminó en Cuba el segundo ciclo de conversaciones de
paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC-EP
Esta semana culminó en Cuba el
segundo ciclo de conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y la
guerrilla de las FARC-EP, iniciadas el pasado 19 de noviembre. En un
comunicado de las partes se informó que el 14 de enero continuarán las
negociaciones en La Habana centradas en el primer punto de la agenda,
con el nombre de “desarrollo agrario integral”; un tema sobre el que
el 8 de enero la mesa deberá recibir los aportes de un foro ciudadano
que tuvo lugar en Bogotá del 17 al 19 del actual mes. En ese espacio
participaron representantes de campesinos, indígenas y
afrodescendientes, líderes sindicales, además de académicos, y
empresarios.
Ese foro sobre el campo colombiano,
organizado por el Centro para la Paz de la Universidad Nacional y la
ONU, mostró la complejidad del proceso en curso y puso en evidencia a
los enemigos de la paz. En un país en que el 1,5 por ciento de los
propietarios posee el 52% de las tierras cultivables y 4,9 millones de
hectáreas se dedican a la agricultura y más 38,6 millones a la
ganadería, el gremio de empresarios ganaderos se negó a participar en
las conversaciones, decisión que fue aplaudida por el expresidente
Álvaro Uribe desde su cuenta en Twitter. Sectores políticos
colombianos, desde el propio mandatario Juan Manuel Santos, hasta el
presidente del Congreso, Roy Barreras, criticaron la posición de los
ganaderos, mientras el Comandante de las FARC Iván Márquez, que
participa en las conversaciones de La Habana, acusó a los representantes
de esos grandes propietarios de vínculos con el paramilitarismo.
Aunque en La Habana, el jefe de los
negociadores gubernamentales y exvicepresidente colombiano, Humberto de
la Calle, afirmó que “no estamos negociando el modelo de desarrollo de
Colombia”, si no cambian las relaciones de propiedad en el campo -base
histórica del conflicto- el camino hacia la paz permanecerá bloqueado.
De la Calle afirmó que los guerrilleros “no tienen que abandonar su
ideología y el Gobierno no tiene que cambiar su modelo de sociedad” pero
Márquez recordó el destino de los insurgentes que se incorporaron a la
vida política bajo el Partido Unión Patriótica en la década de los
ochenta del siglo pasado y fueron asesinados en masa “a partir de la
confianza de promesas retóricas” e insistió en que Colombia necesita
para la paz ”cambios en el modelo de sociedad y del antidemocrático
sistema político”. Las FARC-EP mantienen desde el inicio de las
conversaciones una tregua militar unilateral que no ha sido reciprocada
por el gobierno.
En ese contexto, el sitio web habilitado
para recoger criterios de la ciudadanía colombiana ha recibido casi
3000 propuestas a evaluar por ambas partes. Cuando se reanuden las
conversaciones, a mediados de enero, habrán concluido dos meses de los
doce que el gobierno puso como límite -no aceptado por las FARC-EP- para
obtener un acuerdo sobre los cinco puntos de una agenda que, además del
“desarrollo agrario integral”, abarcan garantías para la participación
política de los guerrilleros, el narcotráfico, la reparación a las
víctimas y el fin del conflicto armado. (Publicado en CubAhora)
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