"Reflexiones sobre la agenda de La Habana III"
1.El diálogo parte de un Acuerdo General que tiene el propósito de
terminar el conflicto, un conflicto que es armado, político y social, a
fin de construir la paz estable y duradera, que no puede ser otra cosa
que la paz con justicia social.
2.Terminar
el conflicto implica, de fondo, acabar con las causas que lo generaron y
son razón de su permanencia en el tiempo. Es apenas obvio que en este
esquema sencillo las bases para la construcción del edificio no son
otras que la solución de los problemas que han generado la
confrontación. Sin bases no puede haber edificio.
3.Cuando
se plantea que "poner fin al conflicto" es "condición esencial para la
construcción de la paz estable y duradera", las FARC entienden que
acabar con sus causas se erige en una necesidad insoslayable para
alcanzar la paz con justicia social. Este, es un compromiso mutuo de las
partes firmantes del Acuerdo General, pero tomando en consideración que
el diálogo que de él se desprende debe tener la participación
protagónica del pueblo. Esto se reconfirma en la idea plasmada en el
Acuerdo General, consistente en que se parte del reconocimiento de que
"la construcción de la paz es asunto de la sociedad en su conjunto que
requiere de la participación de todos, sin distinción".
4.Cualquier
punto que se aborde del Acuerdo, implica un desarrollo en el que se
incluya considerar "el respeto de los derechos humanos en todos los
confines del territorio nacional", "el desarrollo económico con justicia
social y en armonía con el medio ambiente", "el desarrollo social con
equidad y bienestar, incluyendo las grandes mayorías", "ampliar la
democracia como condición para lograr bases sólidas de la paz", contando
con el acompañamiento de la región y de la comunidad internacional.
5.En
procura de estos aspectos que se incluyen en el Acuerdo General, desde
su preámbulo hasta su culminación se desarrollarán conversaciones
directas e ininterrumpidas hasta alcanzar un Acuerdo Final para la
terminación del conflicto; es decir, de sus causas de fondo, para que se
haga efectiva la construcción de la paz estable y duradera, que como
hemos insistido desde las primeras aproximaciones con el gobierno, es
una paz con justicia social.
6.Existe
el deseo de que el diálogo se desenvuelva de manera efectiva, expedita,
y en el menor tiempo posible y que su duración estará sujeta a
evaluaciones periódicas de los avances. En cuanto expedito, la idea es
que el diálogo esté libre de estorbos durante su desenvolvimiento. No
debería colocarse como estorbo, por ejemplo, eso de hacer pender
amenazas sobre el proceso, pues su inicio y permanencia no se deben ver
como si se tratara de una concesión ni como expresión de debilidad de
alguna de las partes. Parafraseando a Cervantes, cuando lo perros
ladran, efectivamente es ello señal de que se cabalga, pero poco aportan
los ladridos feroces que salen del ministerio de la Defensa, en la
sostenibilidad de este fundamento.
7.
Sobre la agenda. Se pactó hablar sobre 6 puntos: el primero, política
de desarrollo agrario integral, acceso y uso de la tierra; el segundo,
participación política; el tercero, fin del conflicto; el cuarto,
solución al problema de las drogas ilícitas; el quinto, víctimas y el
sexto, implementación, verificación y refrendación.
8.El
proceso ha tenido diferentes momentos, pero es un mismo conjunto que no
se puede someter a esquemas tecnocráticos que lo descuarticen en etapas
o fases simplistas que den la idea equívoca que de lo que se trata es
de un itinerario breve de la capitulación insurgente a partir de
promesas insusbstanciales del gobierno en cuanto a que el régimen
terrorista que impera comenzará a cambiar como por arte de magia al
instante en que se coloquen los fusiles en el cuarto de San Alejo. Los
seis puntos de la agenda, aún enumerados como aspectos, son un todo
indisoluble cuyo desarrollo implica una interpretación crítica y
completa del texto firmado por las partes, que se deberá completar con
los aportes fundamentales que manen de la participación popular. En fin,
ver el texto objetivamente, examinarlo en su contexto general histórico
y cultural, en el plano de los anhelos del constituyente primario que
es el pueblo, es la clave para el entendimiento.
Fraternalmente,
Delegación de Paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP).
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