Allende La Paz, Cambio Total Revista
El reciente comunicado de las FARC-EP ha puesto las cosas en su sitio. Como debe ser. Es que los medios en poder de la oligarquía están mal acostumbrados a que todo el mundo tiene que seguir sus opiniones –malas opiniones, entre otras cosas-, y quienes no las siguen son señalados, estigmatizados y censurados.
En múltiples ocasiones hemos dicho que están equivocados “de cabo a rabo”. No quieren entender esos medios oligárquicos, que nunca van a producir y sustentar una acción que favorezca al pueblo, que la opinión de la verdadera izquierda y de las FARC-EP son opiniones de principios que van en contravía total del sistema por ellos propuesto y practicado. No quieren entender que lo propuesto por las FARC-EP son propuestas que nacen de su acervo dialéctico del Marxismo-Leninismo y que su meta –a largo, mediano, o corto plazo, eso lo dirá la historia- es la toma del poder para el pueblo.
Toma que implica construir otro país, otra base económica y otras instituciones, y con ella otra superestructura. Claro que en esa construcción la verdadera izquierda y las FARC-EP –ahí están planamente identificadas- pretende que la vía para la toma del poder sea la menos dolorosa para el pueblo. Ello lo va a definir la vía que deje el sistema neoliberal que prevalece en Colombia y hasta ahora, hasta ahora, la vía que han dejado es la defensa de la vida con las armas en la mano. Ello está plenamente claro en el Terrorismo de Estado de la Doctrina de Seguridad Nacional y los tantos planes militares que les diseñan en los centros de poder en Washington.
Hasta ahora, hasta ahora, la oligarquía proimperial sólo ha permitido la expresión política del pueblo a través de las armas. Los intentos por democratizar la vida nacional han sido cercenados de plano por las armas en poder de la oligarquía –militares y narco-paramilitares-, lo cual ha producido el más horrendo desangre del pueblo con 500.000 víctimas, más de 60.000 desaparecidos, miles de miles de ejecutados extrajudicialmente, más de 4.000 masacres y más de 5 millones de desplazados que han perdido, entre otras cosas, más de 6,5 millones de hectáreas.
Cuanta razón le asiste entonces a las FARC-EP al señalar las nefastas políticas adelantadas por la oligarquía, traducidas en casi 70% de los colombianos en la pobreza y la indigencia, más de 15% de despempleados, 60% de empleo informal, miles de jóvenes desempleados, 15 por mil de mortalidad infantil, mortalidad materna una de las más altas de los países suramericanos, el tercer país más desigual del planeta, etc, etc.
En todo esto, juegan su papel nefasto los medios de comunicación en poder de la oligarquía y tienen razón las FARC-EP cuando reclaman igual tratamiento al dado a los delegados gubernamentales por parte de esos medios ya que si no lo hacen se demuestra, una vez más, la clase de “democracia” que practican. Por nuestra parte, estamos claros que esos medios responden a los intereses de la oligarquía en el poder y son unos de los grandes usufrutuarios de las políticas adelantados desde el estado, no en favor del pueblo, sino en favor de los intereses mezquinos de la oligarquía.
Pedirles a los medios de comunicación oligárquicos igualdad de tratamiento es como pedirles que promocionen la construcción de la Nueva Colombia ya que ésta va contra todo lo que signifique poder oligárquico, Terrorismo de Estados y Neoliberalismo. Mas ello no significa que las FARC-EP no estén en su derecho de reclamarle a esos medios que silenciaron y censuraron su intervención –en maquiavélica “jugada de póker”- ya que al hacerlo se devela la verdadera clase de “democracia” practicada en Colombia. Esa es la “libertad de opinión” practicada por el régimen santista-uribista que, entre otras cosas, tiene preso a un periodista de nacionalidad sueca, nacido en Colombia, que renunció a la ciudadanía colombiana hace muchos años, por el “delito” de ser director de la página web de Anncol.
Esa “libertad de opinión” practicada por el régimen santista-uribista es la explicación del por qué apenas dos medios alternativos estuvieron en el cubrimiento de la intalación de la Mesa de Conversaciones ya que es conocido que el régimen colombiano se aprovecha de hasta “ingenuos” gobernantes de otros países para que les capturen a personas que no han cometido ningún delito en su país –Suecia- y ellos carguen con la culpa de la violación del DIH. Con esa “libertad de opinión” ningún periodista se la “juega”...
Publicar un comentario