Domínico Nadal, Revista Cambio Total.
Según los diarios
burgueses colombianos el presidente JMSantos nombrará a Humberto de la Calle
Lombana su jefe de delegación de negociadores de la Paz.
Este nombramiento
augura fracaso, si se tiene en cuenta que él participó en los diálogos de
Caracas cuando era presidente César Gaviria Trujillo y llegó allá con un
discurso provocador y mentiroso que hizo que el comandanate de las FARC-EP,
Alfonso Cano, cambiara su discurso lleno de invitaciones a la paz y la
reconciliación por uno que respondía a la provocación y enumeró los miles de
miles de víctimas del Terrorismo de Estado y la falta de políticas para
resolver los problemas colombianos.
Dijo Cano en esa
ocasión : « Todo diálogo debe colocar en el centro de la discusión el
respeto del derechoa la vida ».
« Por sus
hechos los conoceréis » dice el adagio, y De la Calle Lombana no parece
haber cambiado nada su discurso y sus acciones. Por el contrario.
Habrá que seguir
analizando de cerca los nombramientos que haga JMSantos y deducir de éstos sus
verdaderas intenciones...
En un análisis de NotiColombia Press se decía:
En un análisis de NotiColombia Press se decía:
Por qué es necesario alcanzar la paz en Colombia
NotiColombia Press.
Una
guerra declarada por la oligarquía colombiana, la cual ha sido
reiteradamente declarada en cada posesión presidencial desde 1964 hasta
hoy, demuestra que es una guerra que no ha podido -ni podrán- ganar los
detentadores del poder.
Ha
habido unos intentos por alcanzar la paz mediante el diálogo, todos
prohijados por las guerrillas de las FARC, la cual soporta estoicamente
”todos los días” no sólo las operaciones militares tendientes a cortar
sus vidas, sino también la guerra mediática desatada por los medios de
comunicación en poder de la oligarquía y la utilización de epítetos y
mentiras por parte de los militares, lo cual ”día a día” degrada cada
vez más la guerra en Colombia.
Durante
la administración de Belisario Betancor (1982-1986) se realizaron
diálogos con las FARC e incluso llegó a firmar un cese al fuego y el
experimento de la conformación del partido la Unión Patriótica (U. P.),
fue cercenado a sangre y fuego y el genocidio más espantoso que partido
político haya soportado hasta practicamente su desaparición del panorama
político colombiano.
En
diciembre de 1990, recién posesionado Gaviria Trujillo lanza la
”Operación Casa Verde” tratando de sorprender a la dirigencia de la
insurgencia, su Secretariado Nacional, en elm sitio de reuniones entre
la insurgencia y el gobierno, utilizando más de 300 toneladas de
explosivos contra los guerrilleros.
En
mayo de 1991, por insistencia de las FARC y otras agrupaciones
insurgentes, se da una reunión entre gobierno y guerrillas en Cravo
Norte, departamento de Arauca, limítrofe con Venezuela, y se acordó
continuar los diálogos en Caracas. Es de recordar Jaime Garzón
disfrazado de Alfonso Cano tomando un bus en Bogotá en lo que hoy es la
ruta de Transmilenio que seguía la ruta ”DIRECTO CARACAS”, lo cual no
fue óbice para que Humberto de la Calle Lombana -delegado del gobierno-
disparara un discurso irrespetuoso y que decía a las claras la posición
de la oligarquía, comandada por César Gaviria Trujillo (1990-1994), en
tanto abría todos los mercados colombianos a los productos extranjeros y
gringos, sin preparar la industria nacional, en lo que sería el inicio
de la entrega más vergonzante y vergonzosa de Colombia bajo la égida del
FMI.
Éstos
diálogos fueron continuados en Tlaxcala (1992) y allí el presidente
Gaviria dió la orden a Horacio Serpa que pateara la mesa, cosa que en
efecto sucedió pretextando la muerte del ex.Ministro Argelino Garzón en
manos del EPL. César Gaviria tiene en su jiba la llamada ”Guerra
Integral” que fue un enorme fracaso en su lucha contra la insurgencia y
perdió una oportunidad histórica de convertir la Asamblea Nacional
Constituyente en un gran tratado de paz firmado por todos los
colombianos.
En
el gobierno de Ernesto Samper (1998-1998) se sucedieron unos 10 golpes
de las FARC muy fuertes contra las fuerzas militares con asalto y
copamiento de bases militares, lo que llevó a Andrés Pastrana
(1998-2002) a buscar una entrevista con Manuel Marulanda para prometer
”hacer la paz”. En realidad el propósito de Pastrana y de los gringos
era el de ganar tiempo para hacer la ”reingeniería” de unas fuerzas
militares golpeadas y sin moral combativa.
Se
inician los diálogos del Caguán y se avanzó hasta cuando se avanzaba al
objetivo oligárquico-imperial y la administración Clinton había pulido
el ”Plan Colombia”. Se logró acordar una Agenda Común para la paz, la
cual tenía como primer punto la discusión sobre el desempleo en
Colombia, sus causas, sus consecuencias y sus soluciones.
Cpn
el desarrollo del Plan Colombia la política en Colombia se ha hecho con
los fusiles en la mano y han cumplido las tres fases del plan de manera
incompleta y con retrasos dado la enorme resistencia de las FARC y el
conjunto del pueblo colombiano.
Hoy,
al igual que con Uribe Vélez, estamos abocados a más guerra, toda vez
que el presidente Juan Manuel Santos cree en un virtual triunfo sobre
las guerrillas de las FARC. Las FARC por su parte han reiterado su
consigna de una salida política al conflicto interno colombiano y hacia
allá se dirige la alocución de su camandante Alfonso Cano cuando en tono
totalmente familiar le dice a Santos: ”conversemos, hombre!”.
Por
ello, todo el pueblo colombiano debe desarrollar sus más denodados
esfuerzos porque la solución se abra paso a pesar de la posición
guerrerista del actual gobierno, la cual disfraza hablando de paz pero
haciendo más guerra.
Es
evidente, como hemos dicho en otro artículo, que ”cuando se decreta la
guerra, siempre debemos tener abierta la puerta a la paz. Siempre".
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