José María Carbonell, Revista Cambio Total.
Evidentemente que las FARC con su persistencia en la necesidad de una salida política al conflicto interno colombiano, han obligado al estado, representado por el gobierno de JMSantos, a sentarse en la Mesa de Conversaciones -será de Negociación o de Diálogo cuando comiencen a verse cosas concretas-. En anteriores ocasiones había logrado lo mismo, pero la falta de voluntad política de los gobiernos dió al traste con esos intentos de la guerrilla.
Como siempre que se dan éstas Conversaciones aparecen los ”agoreros”, ”personajes del mal”, a torpedear los intentos de acercamientos y su concreción. Esta vez no podía ser la excepción. Ya han salido los militares en retiro -a buena hora fueron llamados a calificar servicios-, los UribesVélez, y los periodistas que ”por un plato de lentejas” se venden a quien sea, no importa que sea un criminal con tal que sea anticomunista, de derecha.
Ya están amenazando con la CPI y con cuanto embeleco de organización internacional encuentran. Dicen que las FARC por ”su doble condición de terroristas y narcotraficantes” será llevada a la CPI y que sus ”crímenes” no son aceptables por la legislación internacional. Nos preguntamos ante estos razonamientos: Y cuándo un crímen es aceptable?
Increíblemente un pronunciamiento de la ONU se inscribe en esa dirección. Tremenda escachada es propia del constante y progresivo envilecimiento del organismo internacional. Su balanza siempre se inclina -arrodillados- hacia lo que les dicta el amo, el que pone el dinero, los dólares, y les perdonan todos sus crímenes internacionales: invasión de otros países, masacres, bombardeos, etc, todo sin el aval de la ONU y a pesar de su oposición, y ellos no dicen ”ésta boca es mía”.
La cosa en Colombia es bien diferente. Cada día será más evidente el aislamiento de los sectores militaristas guerreristas. Mas lo que si es una verdad de a puño es que las FARC ha llegado de igual a igual con el gobierno colombiano. En las Conversaciones hay dos partes: FARC y gobierno nacional. Sectores importantes de la comunidad internacional han entendido ésto y acompañan el incipiente proceso. Entonces están descartadas las ”eyaculaciones mentales” de los ”enemigos de la paz” en Colombia y a nivel internacional.
Si de crímenes y CPI hablamos, creemos que adelante van los que desde el Estado han adelantado el más salvaje y sanguinario Terrorismo de Estado en Colombia. Ahí están los Andrés Pastrana con 29.000 víctimas, los UribesVélez con más de 30.000, y JMSantos que tiene su cuenta pendiente por el bombardeo y la masacre de Angostura (Ecuador), las ejecuciones extrajudiciales cuando era ministro de defensa del gobierno del presidente narco-paramilitar Uribhitler, además de una cantidad de víctimas no tan alta como sus dos antecesores.
Por qué la ONU no ha adelantado las medidas necesarias para llevar ante la justicia internacional a éstos personajes? Porque representan al Estado colombiano, amigo de los gobiernos de USAmérica? Flaco servicio le hacen a la Paz que desde la ONU se adelanten declaraciones de éste tipo y olvidan las condenas de todos los años del Estado colombiano por las violaciones de derechos humanos que la misma Comisión de Derechos Humanos de la ONU produce.
El proceso de paz tiene que tener como condición imprescindible que las dos partes estén tranquilos frente a la negociación. Evidentemente que es imprescindible que haya comisiones de esclarecimiento y verdad, pero comenzar a colocarle ”inamovibles” a un proceso que apenas empieza es un mal augurio y lo que la Mesa de Conversaciones concrete será lo que la justicia internacional aceptará, de eso no hay duda.
El pueblo colombiano es consciente de la necesidad de la salida política como premisa para lograr la Paz. Sabe que en la Mesa de Conversaciones está representando por las FARC-EP. Por ello debe movilizarse de todas las formas posibles para fortalecer y sustentar el proceso de Paz que se iniciará en Oslo. Movilicémonos por la Paz!
Definitivamente la guerra no tiene futuro en Colombia. Los guerreristas tampoco tiene cabida en la vida política nacional. O ustedes no se han preguntado por qué los electores colombianos no eligen militares retirados al Congreso, al corrompido Congreso colombiano?
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