Temblereques

Domínico Nadal, Revista Cambio Total

Los anuncios del general (r) Mauricio Santo-yo tienen temblando al ”país político”, es decir, a los politiqueros corrompidos del ”establishment”. Nunca antes, desde que se destapó la ”narco-para-política” han estado temblando esperando con ansiedad unas declaraciones que comprometen a los politiqueros.

Si se diera de verdad un ”ventilador” de coprolalia que esparciera su porquería a los comprometidos en el narco-paramilitarismo sería una cosa realmente espectacular, pero la cosa pareciera que es otro ”hagámonos pasito”, dirigido más que todo hacia el presidente JMSantos.

El narco-paramilitarismo no es solamente de los politiqueros que vieron en las armas de las bandas de sicarios narco-paramilitares la forma de mantener amarradas sus poblaciones de votantes, como antes (aún lo hacen) lo hacían con la botella de ron, o los 5 mil pesos, o el pastel dado el día de las elecciones.

Los terratenientes han jugado un papel fundamental en el narco-paramilitarismo cuando de la mano de los capos del narcotráfico y de los militares crearon -aún lo hacen, ahora las llaman BACRIM- ejércitos privados que mataban a todo aquel que osara luchar por recuperar sus tierras usurpadas a la fuerza, que ellos llamaban la defensa de la propiedad privada.

Los empresarios de la ciudad y del campo son otros que han participado de la creación, financiamiento y apoyo logístico de los grupos narco-paramilitares. Allí, naturalmente, hay que  anotar a las multinaciones que pagaban -y pagan- porcentajes de sus ganancias a esos grupos criminales. La Chiquita, Dole y las empresas ”nativas” del banano pagaban 5 centavos de dólar por cada caja de banano exportada, engrosando así las arcas de un fenómeno eminentemente criminal, lo que demuestra que defienden sus intereses incluso recurriendo al crimen y la ilegalidad.

Los militares, como Santo-yo, Bonett Locarno, Montoya, Òscar ”Cocaína” Naranjo, Castro, y un largo etcétera, son los que han ”coordinado” las conformación, financiamiento y apoyo logístico al accionar de las bandas criminales, los mismos que tienen por función constitucional combatir el crímen.

Los politiqueros oportunistamente aprovecharon las ”tulas de dólares” primero y los ”aviones repletos de dólares” después y se embarcaron en las empresas criminales, a veces siendo ”socios” de los narcotraficantes. Después la inmersión de la clase politiquera en el narco-paramilitarismo fue total como lo demuestran los 40 parlamentarios presos, incluído Mario Uribe primo de Álvaro Uribe Vélez, y por la ”temblazón” que desencadenó el anuncio de Santo-yo.

Más de un politiquero sintió en su nuca el miedo aterrador que da la llegada de la muerte. Todos temen la extradición a USAmérica. Allá purgarían sus penas sin la laxitud y la corrupción de las cárceles colombianas (INPEC). Andan tembeleques averiguando si ya dijo quiénes son, a quiénes nombró, quiénes están salpicados por Santo-yo. Y la mayoría ya están contratando abogados que los defiendan... Hay que decir también que Santo-yo fue, como oficial, formado en cursos impartidos en centros de formación militar como la "Escuela de las Américas", que prueba la responsabilidad del gobierno de Estados Unidos en la formación de verdaderos criminales.

Claro, los que saben que ellos están en la ”lista Santo-yo” están movilizándose, con los calzones ”ensopados”, demostrando al general que ellos son ”amigos fieles” y no lo van a dejar solo, para que el general (r) Santo-yo no los salpique de a mucho...