¿Y esto,
como lo clasificamos? Toda una galería de fotos de muerte de un Sadismo Mediático
presentado en el único diario de cobertura nacional sin que nadie levanta la voz
cuando Santos&Prisa reproduce en foto y video los Partes de Guerra de las
FF.MM. En la foto, los cadáveres del bombardeo con 40 toneladas de explosivos
cuando fue muerto el comandante Jorge Briceño, alias el Mono Jojoy.
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Publicar los partes de guerra ¿no es parte de la realidad colombiana que hay que informar?
Por Ingrid Storgen
Durante
la audiencia del martes pasado donde el periodista Dick Emanuelsson dio su declaración
como testigo en el caso contra Joaquín Pérez Becerra, la fiscal insistía muchas
veces preguntándole ¿por qué ANNCOL publicaba partes de guerra en su portal?
– Contesté diciendo que son partes de guerra
y como tal, parte de la realidad colombiana. ¿Y quién puede negarlo, una guerra
que lleva casi medio siglo, cómo ocultarla y por qué? La fiscal asume la
posición de Uribe y Santos, tratando de negar el conflicto social y armado, a
cualquier costo. Incluso hemos visto como amedrentan a los periodistas como
hicieron con Romeo Langloís, el reportero francés que salió en una expedición
militar de los Comandos Junglas pero pasó al Frente 15 cuando la guerrilla hizo
un cerco mortal al comando donde estaba Romeo, en el mes de mayo. Sobre el
francés, Uribe dijo lo siguiente:
“Langlois:
una cosa es la curiosidad del periodista y otra la identificación con el
terrorismo... Langlois, ¿Qué hacía en Colombia, qué relación tenía con las
Farc? Algunos conocimos que usted sabe engañar”.
– Quiere decir, que Langlois pisaba dedos
delicados, reportando sobre la realidad colombiana, desnudando la campaña
mediática que sindica a la guerrilla como elemento narcotraficante. El Tiempo,
por ejemplo, decía que el “Frente que capturó a Langloís mueve 30 toneladas de
cocaína al año”. ¿Qué dijo Romeo, cuando salió en libertad? Que el laboratorio
donde llegaron era el espacio de un humilde campesino, que para sobrevivir tenía
que cultivar HOJA de coca (ojo, en ningún momento vio cocaína). Sus palabras
tuvieron el efecto de un bombazo motivador de rabia y odio contra sus dichos.
Ese odio que tantas muertes produce en la tierra colombiana.
Partes de guerra publican todos los días en El Tiempo
El subdirector de ANNCOL sostiene que en todo
caso los partes de guerra hay que colocarlos en su contexto político,
explicando -sin opinar- el porqué de las acciones como tales para entender las
raíces del conflicto.
El tema está rodeado de hipocresía, porque en
realidad los partes de guerra se reproducen todos los días en Colombia,
especialmente en los medios ligados al Estado en esa guerra no declarada contra
el pueblo, explica Emanuelsson.
– Cuando el ejército o la aviación han
bombardeado y han dado de baja a guerrilleros, inmediatamente, las pantallas de
Caracol, RCN, las fotos publicadas en diarios como El Tiempo o El Colombiano
¿qué es lo que muestran? Pues, la fila de cadáveres bajo un plástico negro que
sólo deja al descubierto las piernas y sus pies calzados con botas de caucho.
– ¿Cómo fueron presentados los cuerpos y los
rostros de los comandantes guerrilleros, Raúl Reyes, el Mono Jojoy o Alfonso
Cano? Destrozados y calcinados. El Tiempo hace hasta galerías de fotos tomadas
desde todos los ángulos de los jefes guerrilleros muertos. Me parece que es en
un sadismo mediático, en cualquier país con una legislación de derecho
objetiva, provocaría una dura condena eso de publicar tales fotos horrorosas.
Los Partes de Guerra de las FF.MM. publicados en galerías de foto en El Tiempo. |
– Demuestra la morbosidad de los clanes mediáticos
como Santodomingo (Caracol), Ardila Lülle (RCN), miembros de la familia Santos
y el Grupo Prisa de España (El Tiempo), que sin dudas gozan viendo seres
humanos destrozados y no les importa un carajo el dolor de las familias o
amigos, sea quien sea. Algo que nunca
podrán decir de nosotros como parte de una agencia de información alternativa ya
que jamás mostramos los cuerpos despedazados de los militares.
“Culpable por asociación”
– Y ahí viene la Fiscal, insistiendo, no sé
cuantas veces, preguntando por qué ANNCOL publica los partes de guerra de la
guerrilla. No me sorprende, porque entiendo perfectamente bien el viejo truco “culpable por asociación” (Guilt by
association). Quiere decir que nosotros somos el órgano oficial sólo por el
hecho que de vez en cuando, reproducimos unos resultados en el campo de batalla
que también contiene un balance sobre las bajas de la insurgencia. Resultados
que llegan a nuestra página desde distintos sectores seguidores de la situación
colombiana.
– Le dije al juez: que bueno que Iván Márquez y María
Jimena Duzán están dialogando en la Revista Semana, que bueno que Timochenko y
Santos, aunque no formalmente en un medio como Semana, también intercambian
opiniones sobre el futuro, abocados en cómo construir la nueva Colombia
– Es un paso importantísimo que hablen en lugar de escuchar el rugido de los aviones
y el estampido de los fusiles y las bombas que arrojan, que muchas veces
impactan sobre poblaciones desarmadas.
Debería haber varios San Vicente del Caguán extendidos en cada uno de los 32
departamentos, donde se pueda dialogar buscando la alternativa hacia la construcción
de una Colombia en paz, con justicia social. En ese marco, pueden estar seguros
que ya no necesitaremos publicar partes de guerra y ustedes podrán quedar
tranquilos.
Pero la oligarquía ha demostrado más de una
vez que su voluntad para la paz es nula, ha roto todos los anteriores procesos
de paz y ha ahogado al territorio nacional con bombardeos y muerte. Entonces
regresamos de los sueños a la realidad. Y para cualquier periodista en un país
“normal”, sostiene Emanuelsson, la realidad es la guerra. Y cubrir el conflicto
significa también reproducir los hechos.
– Esto sería algo totalmente normal. Mejor
dicho, es la obligación del comunicador social cubrir el tema desde todos los
ángulos, o, como decía Langlois: “hay que seguir cubriendo el conflicto en
Colombia”.
Más duro y claro se expresó a la agencia Radio Nederland el veterano del
periodismo colombiano, Jorge Enrique Botero, director de Información de
Telesur, sobre el sesgado cubrimiento por la mayoría de los reporteros y medios
colombianos en el país suramericano:
“Durante cinco décadas, las FARC han sido
totalmente vilipendiadas, deformadas y manipuladas a nivel mediático y ahora
consideran que es el momento de poner las cosas en su lugar desde el punto de
cómo se cubre el conflicto colombiano”.
Y los medios como ANNCOL, que no acepta las
normas para ese periodismo al servicio de la guerra ordenada desde la Casa
presidencial o las oficinas de los generales de la inteligencia militar, sufren
las consecuencias, pasando a ser tildadas como “agencias de las FARC o ELN”.
– Tan es así esta realidad que hay que ver los intentos del Estado Colombiano
por involucrar a Pérez Becerra y a mí en lo que realmente no somos. Están dejando un
precedente que de no modificarse, abrirá las puertas a mayores problemas contra
la prensa alternativa. Parecen motivados por el esquema lanzado por un hombre
que cometió crímenes de lesa humanidad, hace unos años y que luego salió a
decir “o están conmigo o están con el terrorismo”. Nosotros continuamos nuestra
labor abocados a la información veraz, dejando al descubierto la terrible
situación que padece un pueblo hermano.
El pueblo que vio nacer al director de ANNCOL
y por él que tanto luchó sin necesidad de tomar armas o involucrarse con ningún
actor dentro del escenario bélico.
Simplemente, como siempre dijimos y
sostendremos, a nosotros nos apoya y sostiene la realidad.
Y no estamos diciendo poco, con ello.
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