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Que no mientan más sobre el conflicto interno: el ejército colombiano esconde a los militares muertos, ¿se los reporta a sus familias o los desaparece?

Written By Unknown on domingo, junio 10, 2012 | domingo, junio 10, 2012

  por Joaquín Gómez(Tomado de Kaos en la Red)

Viernes, 08 de Junio de 2012 

hubo 14 militares muertos... PERO El parte oficial del Ministerio de Defensa al país fue de 4 militares muertos... ¿Y los otros militares muertos, qué? ¿Se lo comunican a la familia? ¿o los desaparecen como hacen en ocasiones con los guerrilleros y guerrilleras que capturan?... 
 
Que no mientan más sobre el conflicto interno: el ejército esconde a los militares muertos, ¿se los reporta a sus familias o los desaparece?
Que no mientan más sobre el conflicto interno
Escrito por Joaquín Gómez, Integrante del Secretariado Nacional de las FARC-EP   
Viernes, 08 de Junio de 2012
La muerte de cada soldado, policía o guerrillero disminuye la estatura humana de todos nosotros.

Ha sido práctica histórica de los distintos gobiernos colombianos tergiversar, mentir y silenciar los hechos relacionados con el orden público, cuando los resultados no son favorables a sus fuerzas. Así ha sido siempre, convencidos, como lo siguen hoy, de que el deseo, la impotencia y la mentira son armas suficientes para destruir al adversario y ganar guerras injustas, olvidando que la verdad por encima de todo es objetiva, obsesivamente terca y fiel amiga del tiempo, la que, gracias a él, termina siempre reinando.

Entre muchos, me referiré solamente a 5 hechos:

Durante los cruentos combates de El Billar, en El Caguán, las cifras oficiales sobre el número de uniformados muertos fueron criminalmente adulteradas, divulgando un número menor de víctimas, buscando  minimizar el duro golpe recibido, cuando estos hechos en las guerras prolongadas favorecen de manera  alternativa a cada una de las partes enfrentadas. Esta inveterada  práctica en el  Estado colombiano y  sus distintos gobiernos fue la causa de que 10 de los cadáveres de los desventurados compatriotas muertos en los combates de El Billar, quedaran por fuera del registro oficial del número de víctimas. Las FARC, por medio de la Cruz Roja, enviamos la razón al Ejército, expresando nuestra disposición a propiciar  las condiciones necesarias para el levantamiento de estos cadáveres, dignos de sagrada sepultura. La respuesta que el  Ejército dio fue que eso era una celada de las FARC, que todo ese terreno estaba  minado. Los cuerpos de estos infortunados militares terminaron siendo festín de los gallinazos. Nos surge una pregunta, ¿será que la Institución militar  comunicó a los familiares la muerte de sus deudos?  Lo dudamos.  ¿Será que figuran en la lista de los militares ahora reclamados por el Ejército a las FARC?  Es muy posible.
El 26 de febrero de 2011, a la 01:50 horas, unidades de la columna Teófilo Forero del Bloque Sur de las FARC asaltaron una patrulla de contraguerrilla del Ejército en Riecito,  jurisdicción del municipio de Puerto Rico (Caquetá), con un saldo de 10 militares muertos y la recuperación de una ametralladora. La acción duró 7 minutos. ¡Absoluto silencio de parte del Ministerio de Defensa!  ¿Será que  comunicaron la suerte de estos infortunados militares a sus familiares?
El 18 de octubre de 2011, unidades del Bloque Sur asaltaron una patrulla del Ejército adscrita a la Brigada 27, que cuidaba el  pozo petrolero “Yurilla”, en la vereda Nueva Arabia, jurisdicción del municipio de Puerto Caicedo (Putumayo), con el resultado de 8 militares muertos y 5 heridos. Recuperadas todas las armas de apoyo: ametralladora, mortero de 60 mm y un lanzagranadas MGL de 40 milímetros.  Propios, sin novedad.  ¡Hermetismo  total de parte del Ministerio de Defensa! ¿Les comunicarían a los familiares de estas víctimas los hechos y circunstancias del deceso de estos desgraciados militares?
El 26 de febrero del año en curso en combate sostenido por unidades del Bloque Sur con una patrulla de la Fuerza de Tarea Omega adscrita a la Brigada 27, en la vereda Aguas Negras del municipio de Puerto Guzmán (Putumayo),  hubo 14 militares muertos y 3 heridos. Recuperado abundante material de guerra, entre ellos,  una ametralladora calibre 2,23. Propios, dos guerrilleros muertos. El parte oficial del Ministerio de Defensa al país  fue de 4 militares muertos y 5 guerrilleros. ¿Y los  otros militares  muertos,  qué?
En los recientes hechos del 28 de abril del  presente año, en combate que se prolongó por 7 horas entre unidades del Frente 15 y una patrulla mixta conformada por Ejército y Policía, en la vereda “La Libertad” de la inspección de la Unión  Peneya,  jurisdicción del municipio de La Montañita (Caquetá) hubo 17 muertos y 12 heridos entre soldados y Policías, más un prisionero de guerra de nacionalidad francesa que  tenía más de 11 años de estar haciendo de periodista y de soldado.
Desde el mismo campo de combate, un militar comprometido en los enfrentamientos le comunicó al general Navas, Comandante de las Fuerzas Militares,  que las víctimas oficiales era 15, y éste así lo declaró públicamente. Una reportera caqueteña, cuestionando la versión del  comunicado oficial de Pinzón afirmando que los muertos eran solo 4, decía: “Aquí mismo donde yo estoy,  hay 6 cadáveres, y otros tantos van a ser trasladados”. Sin  embargo, ante todo el país y contra todas las evidencias, se impuso la  “verdad oficial”: el  número de muertos que le convenía aceptar al gobierno Santos era solamente 4 (un Sargento, dos soldados profesionales y un policía),  y así fue como subordinaron  la realidad a las conveniencias subjetivas del alto gobierno. ¡Puro Macondo! Al siguiente día, todos los medios y los reporteros al unísono repetían que los muertos habían sido solamente 4  ¡Pobre Navas!¡Pinzón  lo hizo quedar ante el país como un zapato!
Es la forma como continúan galopando sobre el tiempo y falseando la historia con mentiras  completas, verdades a medias, éxitos efímeros y fracasos ocultos; sembrando triunfalismos sobre tierras estériles, para cosechar sorpresas indeseables y desengaños previstos. Tejiendo telarañas de victorias con  multicolores hilos de mentiras.
No es que nosotros con estas alusiones estemos reclamando litros de sangre. Tampoco estamos asumiendo el papel de aves carroñeras, ni vanagloriándonos por las acciones en referencia, porque sabemos por experiencia propia que la característica más sobresaliente de Belona es la  infidelidad. Además de ser conscientes que el pueblo raso es el que pone todas las víctimas de este conflicto, llámense soldados o guerrilleros, en esta  extraña guerra  donde no habrá  ni vencidos ni vencedores, sino una sola perdedora, Colombia.
Únicamente estamos exigiendo que al país se le diga toda la verdad, por cruda y descarnada que sea, sobre la magnitud que ha alcanzado  el conflicto interno que estamos viviendo; que no se manipulen las cifras, que no se silencien los fracasos, que no se tergiversen los hechos, ni se llore de alegría por la muerte del adversario; que no se adopte una actitud maniquea como lo hacen muchos, cuando festejan la muerte de decenas de guerrilleros por los bombardeos de la Fuerza Aérea, pero, cuando los muertos son de la fuerza pública, los calificativos de esas mismas personas contra las FARC no se hacen esperar: terroristas, asesinos, dementes, cobardes…en fin; catalogan un hecho  de bueno o malo, no por hecho en sí, sino  por el bando que lo haya ejecutado. ¡Qué desgracia, los tuertos siempre opinan sesgados! Cómo no pensar que tanto los guerrilleros  como los soldados son hijos de Colombia; por igual tienen padres, madres, hermanas, hijos y sueños;  la muerte de cada uno de ellos en algo disminuye la estatura humana de todos nosotros.
Mientras se le siga mintiendo al país sobre el conflicto, la paz seguirá siendo esquiva. ¡Que se diga toda la verdad! ¡Que no se le mienta al pueblo! Y veremos, como bien pronto  nos enrumbaremos hacia la solución política del conflicto social y armado que por casi 5 décadas desangra a Colombia.
Hacemos un respetuoso  llamado a los periodistas  honestos, de sana y recta  conciencia y juicios sensatos, “fabricantes e inductores de opiniones”,  a que reflexionen y analicen la responsabilidad que les asiste en este conflicto; a que investiguen bien los hechos y no tomen como única fuente las “verdades oficiales reveladas”; porque la mayoría de las veces, son oficiales, pero no verdades; no sigan, algunos de manera consciente, haciéndole el juego a todos aquellos que han hecho de la guerra un negocio lucrativo; sirviéndoles de instrumentos para profundizar el conflicto, desfigurando los hechos y cultivando odios, a cambio de aplausos y abultados sueldos y prebendas  de parte de los usufructuarios de la injusticia social.
A  Juan Manuel Santos, si verdaderamente quiere pasar a la historia como un Presidente benefactor del pueblo y  no de la oligárquica clase a la que pertenece, que renuncie a  la demagogia y  al populismo  y que no siga usurpando la llave de la paz, porque esta llave le pertenece no al que manda a los hijos del pueblo a morir en la guerra, sino al que pare los hijos   que mueren en la guerra, que es el  pueblo. Que no olvide las palabras de Abraham Lincoln: “Se puede engañar a todo el pueblo parte del tiempo, se puede engañar a parte del pueblo todo el tiempo, pero lo que no se puede es engañar a todo el pueblo todo el tiempo”.

http://www.resistencia-colombia.org/index.php?option=com_content&view=article&id=1304:joaquin-gomez-integrante-del-secretariado-nacional-de-las-farc-ep&catid=21&Itemid=36
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