Por Azalea Robles
La
 paz con justicia social es un anhelo de los pueblos del mundo: sumidos 
en la miseria, la explotación y la represión que constituyen una guerra 
permanente contra el desarrollo social y la vida digna. El sistema 
capitalista, cuya lógica es monopolizar las riquezas en pocas manos en 
detrimento de las mayorías, constituye en sí mismo una forma de guerra 
permamente. El gran capital implementa la guerra contra los pueblos; una
 guerra económica que asesina cada día a 57.000 personas por hambre, el 90% de ellas son niños. Según el PNUD 10
 millones de personas mueren cada año debido al hambre o las 
enfermedades derivadas de la malnutrición; hay en el mundo más de 925 
millones de personas que pasan hambre; y se produce comida más que 
suficiente para todos los seres humanos [1]. Jean Ziegler expresa la dimensión de esta guerra contra la humanidad: “cada
 cinco segundos, un niño de menos de diez años muere de hambre. 57.000 
personas mueren de hambre cada día. 1.000 millones de personas son 
gravemente invalidadas o sufren secuelas graves por desnutrición. La 
agricultura mundial podría alimentar normalmente con 2.200 calorías 
diarias a 12.000 millones de personas, y sólo somos 7.000 millones. No 
existe una fatalidad objetiva en el hambre. Un niño que muere de hambre 
es un niño asesinado. El problema no es la producción sino el acceso, 
los precios. El hambre es pura violencia estructural, un orden caníbal del mundo." [2]
En algunos 
puntos del planeta esta guerra económica implementada contra las 
mayorías despojadas y empobrecidas alcanza su paroxismo más atroz: son 
los lugares en que el gran capital acelera la fase de despojo y saqueo, 
ejerciendo la piratería más arrolladora, respaldada por la violencia de 
estados que le son funcionales, por la violencia de ejércitos 
mercenarios, de guerras de ocupación. Este paroxismo capitalista se 
plasma en países como Libia, el Congo, Irak o Colombia, por nombrar 
algunos. En esta serie de textos trataré de plantear algunas líneas de 
fondo para el necesario debate que es camino hacia una paz verdadera, 
con justicia social. Parto desde la premisa de que el hambre es guerra; 
la justicia social es paz.
     1. Breves consideraciones sobre semántica y cultura de ‘aceptación del saqueo’ disfrazada de ‘cultura de paz’
En
 momentos en que las contradicciones entre acumulación de capital y 
supervivencia de la especie y del planeta alcanzan niveles 
ostensiblemente críticos, y en que el complejo militaro-industrial 
necesita cada vez más guerras para seguir su crecimiento perverso -y por
 ello las fomenta a escala planetaria-, aparece como un imperativo ético
 y político el análisis de las guerras de manera medular: no podemos ya 
contentarnos con las explicaciones postizas y seudo antropológicas de“son guerras tribales” o bien “no hay cultura de paz en esos pueblos”:
 pronunciamientos cuya naturaleza distila colonialismo y constituye la 
argucia para evitar ir al centro del problema. Evidentemente hay plétora
 de seudo estudios basados en esas premisas cosméticas e indolentes a 
ojos de la cruenta realidad de la guerra que arrastra al sufrimiento a 
millones de seres humanos. Aquellos que tienen un altísimo interés en 
impedir la comprensión de la realidad, y por consiguiente la posibilidad
 concreta de transformación de la misma, financian estos tanques de 
pensamiento. Sería digno de aguaceros de risas en una representación de 
teatro grotesco la existencia de “Estudios de Preservación del Medio Ambiente” financiados por la industria farmacéutica o petrolera, o bien la existencia de “Cátedras de Cultura de Paz” cuya
 línea se dedica a esquivar el análisis de la raíz de la guerra. 
Cátedras impartidas en Europa o EEUU, en países en los que radican las 
principales empresas fabricantes de armas, y las depredadoras 
energéticas: unas cátedras que se centran en enseñarles a becados provenientes de países como el Congo, Afganistán, Colombia, etc, la manera de ser más ‘pacíficos’, de‘resolver los conflictos desde la civilidad’ y de ‘desarrollar una cultura de paz’,
 obviando olímpicamente que la guerra y la paz tienen raíces económicas y
 se desarrollan en contextos de desigualdad social, y no son meros 
asuntos de‘cultura de paz’. Así los países que dedican 
millonarios presupuestos en guerras neocoloniales y cuya supremacía 
mundial radica en una historia de prácticas colonialistas y genocidas, 
muy lejanas de la cultura de paz que pregonan de fachada, imparten cátedras de asimilación mental a la cultura de la aceptación del saqueo más desmedido, a la vez que ‘bombardean humanitariamente’ en
 su relance colonial. Así los becarios de países que sufren la voracidad
 capitalista de las guerras por el saqueo de los recursos y por el 
posicionamiento geoestratégico, son adiestrados en la retórica que sirve
 para perder de vista el núcleo del problema; es el zorro enseñándoles a las gallinas con qué salsa deben ser comidas. Sería digno de risas en una representación de teatro grotesto, pero en la realidad y para las víctimas, es algo indignante.Los apelativos “guerras tribales” y demás expresiones consagradas en el campo semántico destinado a prolongar el estatus quo, encubren guerras por la acumulación de recursos, guerras fomentadas con fines geopolíticos y económicos claramente definidos por los verdaderos ‘señores de la guerra’ que son los fabricantes de armas, los mercaderes de la energía, de la alimentación industrial, y las multinacionales de químicos, todos motores de la maquinaria depredadora del planeta.
Los países concebidos en la lógica global capitalista como meras ‘bodegas de recursos’,
 cada día sufrirán de manera más cruenta la violencia del saqueo y su 
correlativo empobrecimiento, que a la vez causa éxodos masivos. Hay una 
carrera del gran capital por hacerse cada día más con los recursos 
planetarios.
       2. ¿Por qué debería interesar el caso colombiano a los pueblos del mundo?
El
 estudio del caso colombiano arroja luces indeclinables sobre la 
realidad mundial: como una muestra en quintaesencia del capitalismo. Por
 esta razón hay un constante esfuerzo mediático en tergiversar la 
realidad colombiana, en invisibilizarla e impedir la comprensión de una 
realidad que es una radiografía de las mestástasis más atroces del 
sistema imperante. La resistencia del pueblo colombiano es asimismo 
tergiversada e invisibilizada en ese esfuerzo constante de los 
monopolios de difusión de realidad virtual de implementar la guerra 
mediática contra la comprensión de la realidad, haciéndo ver a las 
resistencias populares como “terrorismo”. El estudio a las 
fuentes de los sujetos históricos y sociales deviene una verdadera 
hazaña en medio del amedrentamiento contra la investigación social y el 
pensamiento crítico: no obstante su peligrosidad, ese estudio es 
indispensable.
La
 realidad colombiana expresa al capitalismo en su rostro más desnudo: en
 ella se plasma el despojo y reacomodo territorial destinado a escala 
planetaria a todas las zonas que presenten un interés económico; una 
lógica capitalista que no admite escrúpulos y constituye un ecocidio 
doblado de un genocidio. Por esta razón es fundamental su conocimiento y
 análisis para los pueblos. Por ello también urge la solidaridad 
internacional en acompañamiento al pueblo colombiano. Urge el estudio de
 la realidad colombiana por motivos que atañen al devenir de la región, 
por motivos estratégicos para los pueblos en la lucha por su 
supervivencia, y por motivos éticos ante el gravísimo drama humanitario:
 cada día crece el crimen de Lesa Humanidad ante el cual el planeta no 
puede seguir impasible, legitimando un régimen de terror.
En
 Colombia es tangible la fase más descarnada de la acumulación 
capitalista, y las estrategias represivas son acicateadas en ese 
laboratorio del horror. La experiencia en estas estrategias del terror, 
alimentada por formadores estadounidenses e israelíes, e implementada en
 la carne del pueblo colombiano, es asimismo exportada como método de 
control social, sabotaje, exterminio de la reivindicación social y 
contrainsurgencia a países de la región (Honduras, México, Venezuela).
Las cifras son elocuentes: los niveles de represión estatal se expresan en la existencia de 9.500 presos políticos [3]; en
 la eliminación física de todo un partido político: La Unión Patriótica 
(más de 5.000 personas asesinadas por las herramientas paramilitares y 
oficiales del Estado, consta ante la CIDH como genocidio político)[4]. 
El exterminio contra la oposición política se expresa en que más de la 
mitad del total de sindicalistas asesinados en el mundo, son asesinados 
en Colombia, denuncia la CUT: "En
 Colombia se cometen el 60% de los asesinatos de sindicalistas que se 
presentan en todo el mundo, por una violencia histórica, estructural, 
sistemática y selectiva que se convirtió en pauta de comportamiento del 
Estado colombiano: un genocidio contra el movimiento sindical”[5]. En mayo 2012, el Tribunal Sindical Mundial condenó al estado colombiano: “por
 ser responsable de los hechos sistemáticos de violación del principio 
de libertad sindical, en calidad de autor directo, coautor, cómplice o 
encubridor de homicidios, lesiones, torturas, privaciones ilegítimas de 
la libertad, atentados, amenazas, despidos y represalias con motivo del 
ejercicio de la actividad sindical”[6]. 
La planificación de la acumulación de tierras mediante el despojo violento se expresa en la existencia de 5,4
 millones de personas despojadas y desplazadas de sus tierras para 
beneficio del gran capital, millones de personas malviviendo en 
cinturones de miseria o campos de refugiados [7]. El despojo continúa aceleradamente ya que el
 40% del territorio colombiano está pedido en concesión para proyectos 
de la minería multinacional; de las 114 millones de hectáreas que tiene 
Colombia, cerca de 45 millones están solicitadas para este fin [8].
El genocidio se plasma en unos niveles de desaparición forzada alarmantes: El
 23 de mayo 2011 el representante del Alto Comisionado para los Derechos
 Humanos, Christian Salazar, informó que la ONU estima que más de 57.200
 personas han sido desaparecidas en Colombia [9]. El crimen de Estado de
 desaparición forzada de la "democracia" en Colombia ha rebasado 
las dramáticas cifras de las dictaduras del Cono Sur: sólo en 3 años el 
Terrorismo de Estado ha desaparecido a 38.255 personas (Medicina 
legal) [10]. Las estimaciones de desaparición forzada son minimizadas 
desde el Estado, sin embargo: “Al mes de noviembre de 2010, las estadísticas oficiales del gobierno de Colombia registran más de 51.000 Desapariciones”[11]. En enero 2011 la Fiscalía publicó un informe [12]: tiene documentados 173.183 asesinatos y 34.467 desapariciones
 forzadas, cometidos por la herramienta paramilitar, en un lapso de tan 
solo 5 años. Una estimación de Piedad Córdoba, basada en cotejo de 
informes y el conocimiento de la sistemática subvaloración de los 
registros oficiales cifró en unos 250.000 los desaparecidos en 20 
años [13].  A noviembre 2011 el Registro Nacional de Desaparecidos, reportaba un total de 50.891 casos de personas desaparecidas[14].  En Mayo 2012, Yaneth Bautista, de la Fundación Nidia Erika Bautista, ‘señaló
 que "en lo que va corrido del Gobierno Santos se han registrado 
oficialmente 500 desapariciones forzadas en Colombia, especialmente en 
Bogotá, Antioquia, Putumayo, Nariño y Valle del Cauca’ [15]. El observatorio de DDHH de la coordinación Colombia-Europa-EEUU, expresa en mayo 2012 que hay un “continuo
 aumento de los casos en el país (…) Las desapariciones forzadas han 
sido usadas históricamente como un instrumento de persecución política y
 de control social basado en el terror, perpetrado por agentes del 
Estado y por grupos paramilitares que actúan con su tolerancia, omisión y
 aquiescencia y que se benefician de la impunidad en la que permanecen 
los crímenes. (…) Las desapariciones forzadas forman parte de una 
práctica sistemática de ataques contra la población civil, que han sido 
funcionales al sostenimiento de las élites sociales, políticas y 
económicas del país”[16]. Hay un esfuerzo estatal para subvalorar y configurar impunidad para el crimen de estado de la desaparición forzada: “El
 subregistro de casos de desaparición forzada, la impunidad que se 
consolida con diversos mecanismos legales y sociales y la presencia de 
los perpetradores en las comunidades donde viven los familiares de 
personas desaparecidas, consolidan un marco que mantiene el trauma 
psicosocial (…) muchos
 casos no se denuncian por la mala administración de justicia, la 
ineficacia de los mecanismos de denuncia, el ambiente generalizado de 
temor e intimidación que viven los familiares de las víctimas, sus 
abogados, los testigos de las desapariciones(…)[17]. A lo 
anterior se suma la iniciativa del Gobierno del presidente Santos que 
está promoviendo un nuevo marco normativo con preocupantes limitaciones a
 los derechos de las víctimas de desapariciones forzadas.” [18]
La represión y exterminio contra la oposición política se plasma en
 el hallazgo de la mayor fosa común de Latinoamérica, detrás del 
batallón militar en la Macarena, con 2000 cadáveres de desaparecidos por
 la Fuerza Omegadel Plan Colombia, fuerza que goza de estrecha ‘asesoría’ estadounidense [19].
Colombia
 sufre el ejércíto más enorme de la región: éste es campeón mundial en 
recepción de ayuda militar estadounidense, junto con Israel. La barbarie
 militar queda retratada en que al menos 3.345 niños
 y jóvenes civiles han sido asesinados por los militares para disfrazar 
sus cadáveres y utilizarlos en montajes militaro-mediáticos destinados a
 la guerra sicológica y la inyección de terror, en los mal llamados 
‘falsos positivos’. Estos crímenes de estado, incentivados desde el 
ministerio de defensa de Juan Manuel Santos por mecanismos de 
recompensas, continúan en la actualidad [20]. 
La
 herramienta paramilitar, funcional al gran capital, sigue su accionar 
en coordinación con las fuerzas oficiales. Bajo el gobierno de Santos ha
 gozado incluso de un rebautizo con la finalidad de perpetuarla; el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE) denuncia: “Las
 acciones del gobierno de Santos para encubrir el paramilitarismo en su 
nueva etapa de reingeniería conocida con el eufemísitico término de 
bandas criminales (BACRIM). La persistencia de los Crímenes de Lesa 
Humanidad se encubre bajo la denominación de Bandas Criminales, que es 
parte de la reingeniería paramilitar y la falsedad del espectáculo de 
las desmovilizaciones. Persistiendo el poder mafioso, político y 
empresarial en las estructuras paramilitares. (…) Continúa la 
criminalización de la protesta social, la judicialización de campesinos,
 estudiantes y defensores de DDHH, la prolongación de la práctica de la 
desaparición forzada, la violencia sexual.”[21]
Es en base al terror que se perpetra el saqueo de los recursos con su correlativo empobrecimiento. Lo
 que hoy sufre el pueblo colombiano es la aplicación de un modelo 
extractivista minero energético, un modelo de latifundios para la 
agricultura industrial -principalmente destinada a agrocombustibles-, 
que esteriliza los suelos, envenena las aguas y extermina poblaciones. 
Un modelo que se basa en el despojo, y que por consiguiente genera 
empobrecimiento y su lógico descontento social. La
 concentración de la riqueza es escandalosa: Colombia es el 3er país con
 más desigualdad social del mundo [22]. Más de la mitad de la población 
colombiana sobrevive en la pobreza e indigencia. Hay 8 millones de 
indigentes y 20 millones de pobres [23]. Mueren anualmente más de 20 mil
 niños menores de 5 años por desnutrición [24].
El movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado expresa en 2012: “Ante
 la magnitud del despojo de las tierras (más de 10 millones de 
hectáreas) usurpadas violentamente por la estrategia estatal, 
paraestatal y empresarial a campesinos, comunidades afrodescendientes, 
indígenas, denunciamos la continuidad de la política del desplazamiento 
forzado de más de 5 millones de personas, como una estrategia de 
contra-reforma agraria, que establece un nuevo proceso de acumulación de
 tierras, consolidando la injusta asimetría sobre la propiedad de la 
tierra y con ella profundizando el conflicto social, político y  
militar. (…) El
 0,4 % de los propietarios poseen más del 60 % de los predios, mientras 
el 57%  de la gente tiene menos del 2% de los predios. Pero aún más 
grave es que el gobierno colombiano  haya concesionado 39 millones de 
hectáreas a empresas  multinacionales mineras.” [25]
En
 los siguientes capítulos ahondaremos en la tenencia de tierras a nivel 
mundial y la escalada de compra de tierras por multinacionales, 
ahondaremos en la ingerencia estadounidense, con un recuento histórico, y
 veremos cómo las bases militares se siguen instalando pese al fallo de 
la Corte Constitucional, con contratos multimillonarios ya firmados de 
adecuación para las instalaciones. Ahondaremos en geoestrategia, planes 
de saqueo multinacional, infraestructuras de extracción de recursos 
(IRSA); analizaremos la forma en que se le da continuidad a la 
estrategia de terrorismo de estado y a la herramienta paramilitar con la
 finalidad de la adaptación territorial a los intereses del gran 
capital. Abordaremos otros puntos de ‘semántica y cosmética’ claves en 
la perpetuación del genocidio que viabiliza el expolio.
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NOTAS : 
Guerra y acumulación capitalista: Semántica, cosmética y genocidio
Guerra y acumulación capitalista: Semántica, cosmética y genocidio
*Este texto es la Parte I de la serie: “Capitalismo depredador, guerra y paz”
Para acceder a las notas completas, en caso de no encontrarlas en esta publicación: www.azalearobles.blogspot.com
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[1] 2010,
 PNUD: en el mundo 925 millones de personas pasan hambre. El FMI señaló 
que la crisis económica mundial ha motivado un retroceso en el 
cumplimiento de las MDM. De aquí a 2015 –año en que deberían cumplirse 
las MDM– es probable que aumenten en 1.200.000 las muertes de niños 
menores de cinco años por falta de alimento. http://www.fao.org/docrep/013/i1683s/i1683s.pdf
[2] 'Destrucción Masiva. Geopolítica del Hambre' , Jean Ziegler, 2012
“El hambre no es una fatalidad, es
 un asesinato", Jean Ziegler, ex relator especial de Naciones Unidas 
para el Derecho a la Alimentación y actual miembro del comité Consultivo
 de Derechos Humanos "el hambre es pura violencia estructural, un orden caníbal del mundo" que se extiende día tras día. Diez sociedades multinacionales controlan el 85 por ciento del comercio alimentario del mundo.
Jean Ziegler: “cada
 cinco segundos, un niño de menos de diez años muere de hambre. Son 
57.000 personas las que mueren de hambre cada día. Al menos 1.000 
millones de personas son gravemente invalidados o sufren secuelas graves
 por la desnutrición. Los informes que dan cifras, localización y edad 
de las víctimas dicen que la agricultura mundial podría alimentar 
normalmente con 2.200 calorías diarias 12.000 millones de personas. Sólo
 somos 7.000 millones. (…) Ahora no existe una fatalidad objetiva en el 
hambre. Un niño que muere de hambre es un niño asesinado. El problema no
 es la producción sino el acceso, los precios. En las barriadas 
periféricas, en Lima, Sao Paulo, Manila… donde viven 1.600 millones de 
personas, según el Banco Mundial en estado de extrema pobreza, las 
madres deben comprar con muy poco dinero la alimentación. Debido a la 
especulación alimentaria de los dos últimos años que hizo explotar los 
precios de los alimentos, el maíz aumentó un 63%, la tonelada de arroz 
de Filipinas un 94%, y la tonelada de trigo ha duplicado su precio. La 
consecuencia son los beneficios astronómicos de los hedge funds que han 
migrado de los mercados financieros, tras las inmensas pérdidas de los 
años 2008 y 2009, a las bolsas de materias primas, especulando 
descaradamente y legalmente con el maíz, el trigo, el aceite de palma… Y
 la otra consecuencia es la extensión de la miseria en el mundo.  La 
muerte, la desnutrición progresa muy rápidamente en los barrios más 
pobres del mundo.” http://www.lavanguardia.com/libros/20120527/54300351384/jean-ziegler-hambre-espana-generacion-debiles.html
Jean Ziegler. El hambre no es una fatalidad, es un asesinato: http://www.youtube.com/watch?v=vCyHsDMJaVY
[3] 9.500 presos políticos  http://www.azalearobles.blogspot.com.es/2012/05/presos-politicos-entre-torturas-e.html
[4]Exterminio
 física del partido político Unión Patriótica: más de 5.000 personas 
asesinadas por las herramientas paramilitares y oficiales del Estado, el
 genocidio consta ante la CIDH Plan “Baile Rojo”. Documental http://www.youtube.com/watch?v=QVL54FcZq5E&feature=gv
[5] CUT: "En
 Colombia se cometen el 60% de los asesinatos de sindicalistas que se 
presentan en todo el mundo, por una violencia histórica, estructural, 
sistemática y selectiva que se convirtió en pauta de comportamiento del 
Estado colombiano: un genocidio contra el movimiento sindical 
colombiano.” Informe CUT, 2011: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=120921
Informe febrero 2012, CUT:"las
 estadísticas no dejan de agregar muertos al triste y deshonroso récord 
que ocupa el país en la materia de más de 3.000 asesinatos de 
sindicalistas desde la creación de la CUT en el año 1986." http://cut.org.co/pdf/subdirectivas/valle/reaccionessindsuizos2012/informeddhh.pdf
Renan Vega Cantor, ¡Sindicalicidio! Un cuento (poco imaginativo) de Terrorismo Laboral, 2012 : http://www.rebelion.org/docs/147552.pdf
Enero 2012, Alberto Vanegas, CUT: “Colombia
 es el país más peligroso para el ejercicio sindical. Pero también lo es
 para los líderes desplazados que exigen restitución de tierras, para 
defensores de derechos humanos y los líderes estudiantiles. Persisten 
las masacres, el año anterior se aumentó el 30% la incidencia de 
masacres en Colombia”. http://www.anthoc.org/index.php?option=com_content&view=article&id=3700&catid=6&Itemid=21
Informe
 PNUD 2011- 2012: 2.800 sindicalistas han sido asesinados desde 1984 en 
Colombia, la Escuela Sindical Mundial advierte que esta cifra estaría 
incluso sub-evaluada, y presenta otros datos. http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article34980
Hoja de ruta de asesinatos, gobierno Santos: '1 activista asesinado cada 3 días, los hechos pesan más que las palabras' lista compilada por Justice For Colombia: http://www.justiceforcolombia.org/downloads/killing-sheet-June-2011.pdf
Encuentro Nacional del Departamento De Derechos Humanos de la CUT I Semestre de 2012:
Workers Uniting rechaza asesinatos a sindicalistas colombianos
[6] Mayo 2012: Por homicidios, torturas y otros atentados graves contra la libertad sindical, El Tribunal Mundial de Libertad Sindical condena al estado colombiano http://www.parentesiscali.blogspot.com.es/2012/05/sentencia-condena-al-estado-por.html
“El TSM resuelve: Condenar
 al Estado de la República de Colombia por ser responsable de los hechos
 sistemáticos de violación del principio de Libertad Sindical, en 
calidad de autor directo, coautor, cómplice o encubridor de homicidios, 
lesiones, torturas, privaciones ilegítimas de la libertad, atentados, 
amenazas, despidos y represalias con motivo del ejercicio de la 
actividad sindical.”
Convocatoria del Tribunal Mundial Sindical y demanda contra el Estado colombiano: http://www.marchapatriotica.org/index.php?option=com_content&view=article&id=523:tribunal-mundial-de-libertad-sindical-colombia&catid=37:en-la-marcha&Itemid=94
TSM condena al Estado colombiano: La libertad sindical en Colombia, una farsa http://parentesiscali.blogspot.com.es/2012/05/informe-especial-tribunal-mundial.html
[7] Peor
 que Sudán, Iraq o Afganistán (VIDEO): Colombia es el país con más 
desplazados y refugiados internos. Según CODHES más de 5 millones de 
colombianos son desplazados. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=129586&titular=colombia-es-el-pa%EDs-con-m%E1s-desplazados-y-refugiados-internos-
http://www.codhes.org/
"5,195.620 millones de personas (1039.124 hogares) han sido desplazadas a la fuerza en Colombia." En promedio cada año, unas 208.000 personas son desplazadas forzadamente. El 11,42 % de la población colombiana se encuentra desplazada de manera forzada. Más de 280 mil desplazados y 176 asesinatos selectivos en 2010: CODHES, Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (20-06-2011)
"5,195.620 millones de personas (1039.124 hogares) han sido desplazadas a la fuerza en Colombia." En promedio cada año, unas 208.000 personas son desplazadas forzadamente. El 11,42 % de la población colombiana se encuentra desplazada de manera forzada. Más de 280 mil desplazados y 176 asesinatos selectivos en 2010: CODHES, Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (20-06-2011)
[8] El
 40% del territorio colombiano está pedido en concesión para proyectos 
mineros. De las 114 millones de hectáreas que tiene Colombia, cerca de 
45 millones están solicitadas para este fin. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=126725&titular=las-venas-abiertas-de-colombia-
[9] El 23 de 
mayo 2011 el representante del Alto Comisionado de la ONU para los 
Derechos Humanos, Christian Salazar, informó que la ONU estima que más 
de 57.200 personas han sido desaparecidas en Colombia. Estas 
declaraciones fueron dadas durante la celebración de la conferencia 
sobre desapariciones forzadas, en Bogotá.   http://www.senadoragloriainesramirez.org/index.php/tag/cifran-en-mas-de-57-mil-las-desapariciones-forzadas-en-colombia/
[10] El crimen
 de Estado de desaparición forzada de la "democracia" en Colombia ha 
rebasado las dramáticas cifras de la dictadura argentina: sólo en 3 años
 el Terrorismo de Estado ha desaparecido a 38.255 personas, informe 
Medicina Legal:. http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/71765-NN/colombia-registra-mas-de-38-mil-personas-desaparecidas-en-tres-anos/
Tribunal Internacional de Opinión; “La DESAPARICION FORZADA UN CRIMEN DE ESTADO” Veredicto. Senado del Congreso de la República. Bogotá 24, 25 y 26 de Abril de 2008: http://www.dhcolombia.info/spip.php?article568
[11] “Al mes de noviembre de 2010, las estadísticas oficiales del gobierno de Colombia registran más de 51.000 Desapariciones” señala un reporte de 2011 de la US office on Colombia:http://lawg.org/storage/documents/Colombia/RompiendoElSilencio.pdf
[12] Informe
 Fiscalía, enero 2011: 173.183 asesinatos; 1.597 masacres; 34.467 
desapariciones forzadas, y al menos 74.990 desplazamientos forzados, 
cometidos entre junio 2005 y el 31 de diciembre 2010 por el 
paramilitarismo: http://www.fiscalia.gov.co/justiciapaz/Index.htm
[13] Estimación: en 20 años 250.000 personas desaparecidas; Piedad Córdoba, Madrid, mayo 2010 "Hay 250.000 desaparecidos en Colombia en los últimos años": http://www.rebelion.org/noticia.php?id=106344&titular=%22hay-250.000-desaparecidos-en-colombia-en-los-%FAltimos-a%F1os%22-
Desaparición, crimen del Terrorismo de Estado en Colombia: http://justiciaypazcolombia.com/50-000-personas-desaparecidas-en
[14]. A
 noviembre de 2011, el Registro Nacional de Desaparecidos -órgano 
gubernamental- , reportaba un total de 50.891 casos (24% mujeres y 17% 
niñas y niños). De ese total, se presume que al menos 16.907 
corresponden a desapariciones forzadas. Los
 demás casos inscritos no teniendo aún investigación suficiente. Los 
medios han manipulado la información haciendo aparecer que sólo 16.907 
casos son desapariciones forzadas, cuando esa cifra revela los casos 
para los cuáles ha habido información concerniente a los perpetradores, 
los demás casos permaneciendo en la insuficiencia investigativa. Instituto
 Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF), cifras 
noviembre 2011. El total del Registro Nacional de Desaparecidos, reporta
 64.564 víctimas, de las cuales se restaron 11.215 personas aparecidas 
con vida y 2.458 personas aparecidas muertas.
La 
Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General de la Nación reportó a 
mayo de 2011, un total de 32.000 casos de desapariciones forzadas 
cometidas por grupos paramilitares. Fundación
 Nidia Erika Bautista (FNEB), Situación de las Desapariciones Forzadas 
en Colombia: La desaparición forzada no es un crimen del pasado, Bogotá,
 mimeo, diciembre, 2011.
[15] En Mayo 2012: Yaneth Bautista, de la Fundación Nidia Erika Bautista, ‘señaló
 que "en lo que va corrido del Gobierno Santos se han registrado 
oficialmente 500 desapariciones forzadas en Colombia, especialmente en 
Bogotá, Antioquia, Putumayo, Nariño y Valle del Cauca”’, según reporta Caracol. http://www.caracol.com.co/noticias/judicial/familiares-de-los-desaparecidos-ya-no-necesitaran-dos-anos-para-adelantar-tramites-legales/20120525/nota/1694613.aspx
[16] Mayo 2012, informe ‘Desapariciones forzadas en Colombia’, Coordinación Colombia- Europa- Estados Unidos: “Presenta
 la situación actual de la desaparición forzada en Colombia, mostrando 
el continuo aumento de los casos en el país, así como la persistencia de
 los patrones de persecución política y control social que han motivado 
históricamente las desapariciones forzadas en el país. (…) En Colombia 
las desapariciones forzadas han sido usadas históricamente como un 
instrumento de persecución política y de control social basado en el 
terror, perpetrado por agentes del Estado y por grupos paramilitares que
 actúan con su tolerancia, omisión y aquiescencia y que se benefician de
 la impunidad en la que permanecen los crímenes. Las desapariciones se 
cometen con el doble objetivo de acallar una voz disidente y, al mismo 
tiempo, enviar un mensaje claro y aleccionador al resto de la población 
para que se abstenga de mantener cualquier tipo de actividad de 
oposición o de cuestionar el orden político existente.” http://www.rebelion.org/docs/150986.pdf
[17] Subregistro de la cantidad de personas desaparecidas en Colombia.Hay
 un esfuerzo por parte de estado para subvalorar y configurar impunidad 
para el crimen de estado de la desaparición forzada: “El
 subregistro de casos de desaparición forzada, la impunidad que se 
consolida con diversos mecanismos legales y sociales y la presencia de 
los perpetradores en las comunidades donde viven los familiares de 
personas desaparecidas, consolidan un marco que mantiene el trauma 
psicosocial (…) muchos
 casos no se denuncian por múltiples razones, entre ellas, la mala 
administración de justicia, la ineficacia de los canales y mecanismos de
 denuncia, el ambiente generalizado de temor e intimidación que viven 
los familiares de las víctimas, sus abogados, los testigos de las 
desapariciones(…)” http://www.rebelion.org/docs/150986.pdf
El 
impedimento para conocer la amplitud del drama de la desaparición 
forzada en Colombia, tiene obvias causalidades. Además del temor de los 
familiares de denunciar a las fuerzas paramilitares o a la misma Fuerza 
Pública ante entidades estatales comprometidas con la estrategia del 
terror e impunidad, hay una inoperancia sistemática de la ‘justicia’ en 
estos casos, obstaculizando investigaciones y procesos, hay fallas 
repetidas en la recolección de datos, pruebas forenses, inhumaciones, 
testimonios… hay temor, desidia, negligencia y obstaculización. “Esas
 fallas se hicieron aún más evidentes en mayo de 2011, cuando el 
Ministro del Interior dio a conocer los resultados de un estudio 
realizado por el Instituto Nacional de Medicina Legal, la Registraduría 
Nacional del Estado Civil y ese Ministerio, con el fin de cruzar las 
huellas dactilares tomadas a cadáveres de personas no identificadas, con
 las huellas de los documentos de identidad del registro nacional del 
estado civil. Los resultados son tan impresionantes como tristes. En 
total, se procesaron 22.689 necrodactilias (huellas de cadáveres) y se 
lograron identificar 9.968 personas, que estarían actualmente inhumadas 
como personas sin nombre en cementerios de distintas regiones. De ese 
total, tan sólo 440 personas figuran en el Registro Nacional de 
Desaparecidos. Los resultados fueron remitidos al Instituto de Medicina 
Legal, que se encargó de hacer cotejos dactiloscópicos, depurar los 
listados y oficiar a las autoridades judiciales con el fin de ubicar 
expedientes y los lugares de inhumación de las personas identificadas 
(…)  en los registros de Medicina Legal sólo pudieron encontrarse 3.779 
personas pues, en un número muy importante de casos, la información es 
confusa o inexistente, y hay fallas estructurales en la organización de 
los cementerios que impiden ubicar los restos de las personas enterradas
 sin nombre. En total, de las 9.968 personas identificadas mediante el 
cruce de huellas, sólo fue posible ubicar y entregar los restos de 49 
personas enterradas en distintos cementerios del país.”[Ibíd.]
La
 ley 1448 de 10 de junio de 2011, conocida como ley de víctimas, excluyó
 expresamente de la definición de víctima a los “miembros de los grupos 
armados organizados al margen de la ley”. Eso significa que, por 
ejemplo, los miembros de las guerrillas (reales o supuestos) que hayan 
sido víctimas de desaparición forzada, no serían considerados como tales
 y sus familias estarían privadas de los derechos a la reparación y la 
verdad. (…) La ley 1453 de 2011, conocida como Ley de Seguridad 
Ciudadana, establece una serie de previsiones que debilitan los 
controles sobre la acción de la Fuerza Pública y que, en la práctica, 
podrían facilitar la comisión de desapariciones forzadas.(…)
El
 Gobierno colombiano se rehúsa a reconocer su responsabilidad en las 
graves violaciones de derechos humanos que se cometen diariamente en el 
país. Al contrario, mantiene una posición de injerencia indebida en las 
decisiones judiciales, particularmente cuando afectan la responsabilidad
 de altos mandos militares o de altos funcionarios gubernamentales.(…)
Preocupan
 las iniciativas legislativas del Gobierno que pretenden sustraer de la 
justicia a los más altos responsables de las violaciones de derechos 
humanos en el país, de un lado, mediante la persistente propuesta 
gubernamental de reforma a la justicia penal militar y, de otro lado, 
mediante el llamado Marco Jurídico para la Paz. (…). Los fuertes 
cuestionamientos realizados desde distintas instancias internacionales 
en relación con la propuesta[de Fuero Militar] ,
 motivaron que el Gobierno decidiera retirarla a cambio de una nueva. La
 actual es aún peor pues, ya no sólo reforma el fuero militar sino todo 
el sistema de justicia penal militar: crea una defensoría técnica 
militar adscrita al Ministerio de Defensa, incluyendo un fuero 
carcelario y la ampliación del fuero militar para instalar un fuero 
policial.
[19] La mayor fosa común de Latinoamérica, ubicada detrás del batallón militar de la fuerza estrella del Plan Colombia , la Fuerza Omega, en la Macarena, departamento del Meta. http://www.publico.es/internacional/288773/aparece/colombia/fosa/comun/cadaveres
Los Medios ocultan la mayor fosa común de América, mientras el Estado colombiano busca alterarla: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=100898
“Denuncian
 el hallazgo de al menos 1.505 cuerpos más en fosas comunes en Colombia,
 en el Meta, en la misma región que la mayor fosa común del continente, 
con 2.000 cadáveres hallada en diciembre 2009, y cuyos cadáveres son 
cuerpos de desaparecidos y asesinados por el ejército, como quedó 
evidenciado en las Audiencias públicas a testigos y familiares de 
desaparecidos” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=119299
[20]‘falsos positivos’: son asesinatos de civiles perpetrados por el ejército, civiles desaparecidos cuyos cadáveres son presentados como“guerrilleros abatidos en combate” en montajes militares. Estos asesinatos son denominados en la jerga militar ‘falsos positivos’, porque los militares reportan como ‘positivo’ al
 cadáver del opositor insurgente, y en estos casos usan a civiles que 
previamente secuestran. De esta manera se implementa la guerra sucia y 
sicológica contra la población colombiana: a través de la exhibición 
incesante de cadáveres en los medios masivos, la mayoría de las veces en
 condiciones degradantes (en bolsas negras, alineados en el piso al pie 
de las botas). Para que siempre hayan cadáveres a exhibir, la directiva 
029 impulsa a los militares a la presentación de los cadáveres a través 
de un mecanismo de recompensa por cadáver presentado. Degradando la 
humanidad del opositor, y con la permanente exhibición de cadáveres se 
busca la ‘disuasión por el terror’: hay al menos 3.345 casos
 documentados de estos asesinatos de civiles a manos de militares; y en 
la actualidad se siguen produciendo estos crímenes de estado.
Más de 3.000 civiles inocentes fueron asesinados por la Fuerza Pública entre 2002 y 2008. Informe sobre los falsos positivos: La guerra se mide en litros de sangre, FIDH y Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, 31-05-2012 http://www.rebelion.org/docs/150547.pdf
Documental ‘Falsos positivos-Crímenes verdaderos’ http://www.youtube.com/watch?v=YJvLVm4l8fc&feature=player_embedded
CINEP, mayo 2011, informe señala que los asesinatos de civiles a manos de militares han aumentado bajo el gobierno de Santos.  Informe especial Falsos Positivos, El Cinep afirma que aumentaron las víctimas de asesinatos de civiles a manos de militareshttp://www.rebelion.org/docs/128090.pdf
Mayo 2012, Coordinación Colombia-Europa- Estados Unidos, ‘Desapariciones forzadas en Colombia’, ‘Falsos positivos’: :http://www.rebelion.org/docs/150986.pdf
“Entre
 2002 y 2008, las ejecuciones extrajudiciales fueron llevadas a cabo a 
gran escala en todo el territorio nacional siguiendo un patrón 
específico de acción. Las víctimas fueron en su mayoría personas 
campesinas (…) En la gran mayoría de los casos, las personas fueron 
sacadas a la fuerza de sus casas por el Ejército, incluso teniendo como 
testigo a los familiares. Siempre que se acercaron a las bases militares
 a preguntar por la víctima, el Ejército se negó a entregar información 
sobre su paradero. No obstante, el cuerpo de la persona solía aparecer 
posteriormente reportado como guerrillero muerto en combate, sin 
documentos de identidad y a menudo, en un municipio distinto.(…) La 
manera coordinada en que actuaron las fuerzas militares en los casos de 
falsos positivos, denota el carácter deliberado de los crímenes 
cometidos. (…) De acuerdo con los datos de la Mesa de Trabajo sobre 
Ejecuciones Extrajudiciales del Observatorio de la CCEEU, se estima que 
entre 2002 y 2008, se cometieron 3.345 ejecuciones 
extrajudiciales, siguiendo este patrón. Muchos de estos cuerpos 
continúan enterrados como N.N. en diferentes cementerios del país, y en 
la práctica, se encuentran desaparecidos para sus familiares.
[21] Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE) denuncia: “Las
 acciones del gobierno de Santos para encubrir el paramilitarismo en su 
nueva etapa de reingeniería conocida con el eufemísitico término de 
bandas criminales (BACRIM).” http://www.polodemocratico.net/index.php?option=com_content&view=article&id=487:movice-anuncia-acciones-contra-encubrimiento-a-reingenieria-paramilitar-&catid=64:nacionales&Itemid=48
[22] Colombia: 3er  país con más desigualdad social del mundo  http://www.semana.com/nacion/desigualdad-extrema/153207-3.aspx
[23]
 8 millones de indigentes y 20 millones de pobres.  El estudio de la 
Misión para el Empalme de las Series de Empleo (MESEP), Pobreza y 
Desigualdad 2009, contabilizó ocho millones de colombianos en la 
indigencia y 20 millones de pobres. En las zonas rurales, de cada 100 
hogares 65 son considerados pobres y 33 viven en la indigencia. http://www.abpnoticias.com/index.php?option=com_content&task=view&id=244...
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/I/informe_sobre_pobreza_e_...
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/I/informe_sobre_pobreza_e_...
Colombia tiene 20 millones de pobres, el 70% de la población colombiana vive en condiciones de pobreza y miseriahttp://www.elespectador.com/impreso/temadeldia/articuloimpreso200984-colombia-tiene-20-millones-de-pobres
La
 nueva perla del Gobierno Nacional: en Colombia aquel trabajador que 
gane $190.000 al mes, ya no es pobre por arte de magia en la nueva 
medición de la pobreza. El Colectivo de Economía de la Universidad 
Nacional, se propone recoger las voces de aquellos afectados 
directamente por esta medida. Nuevo Umbral de Pobreza en Colombia: http://www.youtube.com/watch?v=b5dd5fzkJyM
Crece polémica por fórmula para medir la pobreza en Colombia, septiembre 14 de 2011




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