José María
Carbonell, Cambio Total.
La sabiduría de
los representantes populares en la Mesa de Conversaciones de La Habana, es
decir, las FARC-EP, los lleva « a paso lento, pero seguro » hacia la
construcción de Acuerdos que siembren una Paz duradera. No puede ser de otra manera. A las FARC-EP no le preocupan las « angustias »
que el calendario electoral le produce al equipo de gobierno.
Una Paz que se
defina como verdadera Paz debe en primer término ser producto de profundos
análisis y debates al interior de la Mesa de Conversaciones. « De la
carrera sólo queda el cansancio », dice el adagio popular muy
acertadamente, y la « carrrera » sólo produciría Acuerdos sin la
exhaustiva investigación que quizá produciría en el Estado la « reculada
del ovejo » o su incumplimiento, cosa a la que estamos « acostumbrados »
los colombianos de parte de los funcionarios estatales.
« Llego,
prometí y me fuí », es la máxima aplicada por los funcionarios estatales
en cada desastre natural. Por ejemplo, con los damnificados del invierno -3
millones de campesinos, cientos muertos- se escucharon las promesas del
presidente JM Santos y los dineros girados solo sirvieron para engrosar los
bolsillos de los gobernadores y alcaldes y sus correspondientes campañas
electorales. A lo que le suman la mentira como forma de salir del paso ante los
problemas.
Si la ONU desde
1990 está luchando por un estatuto que frene la nociva injerencia de las
multinacionales en los derechos umanos y la vida de los países y sólo hasta ahora logra
concretar un mínimo acuerdo, por qué van a exigirles a las FARC « celeridad »,
ah ? Cuáles son las razones de la precipitud gubernamental ? Las
elecciones ? Ningún mejor escenario para unas elecciones que un proceso de
Paz. Por qué el gobierno no aprovecha las elecciones para « meterle pueblo
al Proceso de Paz » ?
Las FARC-EP han
preferido unas discusiones lo más profundas posibles, que aborde cada punto
hasta en sus mínimas expresiones, a fin de que no quede ningún cabo suelto del
cual los « enemigos de la Paz » puedean tirar y deshacer toda la
madeja de la Paz. Por el contrario, el gobierno, movido por sus angustias
electorales personalistas, pretenden que las FARC le « metan el acelerador »
al proceso y por ello escuchamos, vemos y leemos todos los días la perorata de
sus medios dejando entrever la « dejadez » de las FARC. No saben que « no
hay mejor caldo que el que se cocina a fuego lento ».
Igualmente, a las
FARC esas preocupaciones del tiempo las tienen sin cuidado ya que los tiempos
populares son otros y las necesidades son otras. Al pueblo no le interesa quién
esté en la « Casa de Nari », sino si el que está de inquilino quiere
o no quiere construir la Paz con él. Porque como siempre estamos ante dos
escenarios : guerra o paz. Si quieren seguir la guerra que ellos decretaron -y decretan cada 4 años-, pues las FARC la
sigue, con todo el dolor del alma para el pueblo. Si quieren construir la Paz,
las FARC están prestas a hacerlo. El pueblo estaría contento, como lo demuestra
por estos días, a pesar de los « coletazos » de los « enemigos
de la Paz » que siguen realizando el Terrorismo de Estado y su reguero de
sangre en todo el suelo patrio.
Nosotros desde
nuestra orilla civil sabemos que los representantes populares en la Mesa de
Conversaciones se mueven por cuestiones de principios. Por ello no hay
preocupaciones en el pueblo como la expresada por el coordinador del equipo
gubernamental De la Calle cuando dijo que « todos los delegados gubernamentales deben estar de un solo lado »,
quizá porque no hay nada más demoledor de las posiciones de poder oligárquico
que esgrimir la verdad en boca de los representantes populares.
«No por
madrugar mucho, amanece más temprano», reza el adagio popular. « Cada cosa tiene su tiempo »,
decía mi abuela. Serán éstos los verdaderos tiempos de la Paz en Colombia ?
« Amanecerá y veremos », dijo el ciego
Publicar un comentario